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6 nov. 2012
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Ágatha Ruiz confiesa que le gustaría que sus hijos la ayudaran en el futuro

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EFE
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6 nov. 2012

Barcelona - La diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada desearía que sus hijos Tristán y Cósima se decantaran en el futuro por una profesión que les hiciera felices, aunque también le gustaría que la ayudaran en su trabajo, según ha confesado hoy en una entrevista con Efestilo en Barcelona.


Agatha Ruiz de la Prada

"Como la moda es un lenguaje universal y mis hijos están muy bien preparados, me gustaría que me ayudasen dentro de unos años, aunque aún no tienen muy claro qué hacer con su vida", ha asegurado Agatha, consciente de que la fama de sus padres les puede resultar ahora "incómoda" a estos dos veinteañeros, de 25 y 21 años.

Ruiz de la Prada, actual marquesa de Castellnou, título que heredó de su abuelo materno catalán al aprobarse la Ley de Igualdad sobre títulos nobiliarios en 2010, confiesa que se siente "contenta y feliz" por haberlo conseguido, pero que su vida no ha cambiado, porque sigue trabajando "el doble".

Ágatha reconoce que puede sortear la crisis porque tuvo "la suerte" de arruinarse cuando era muy joven, una circunstancia que le hizo prudente y le permitió comenzar la crisis sin penas créditos.

"Puedo ser muy currante y trabajar todo el día, pero soy mala empresaria", reconoce.

Esta diseñadora, con los títulos de marquesa de Castellnou por vía materna y baronesa de Santa Pau por vía paterna, con cerca de cien productos distribuidos por todo el mundo con su firma, tiene claro que su labor le hace feliz y que trabajar no es ningún desdoro, como creían sus ilustres antepasados.

"Mi madre procedía de una familia catalana que trabajaba poquísimo y mi padre era un arquitecto aristócrata castellano que trabajaba muchisísimo; yo, desde muy pequeña, ya me di cuenta que quien se lo pasaba mejor era mi padre", confiesa Ágatha.

De su rama catalana, Ágatha recuerda los mimos y cuidados de su abuela Mary, con la que convivió durante muchos periodos vacacionales en su infancia y que le organizó su primer desfile barcelonés en su elegante domicilio del barrio de Pedralbes con la flor y nata de la sociedad catalana, el 2 de noviembre de 1983, cuando su nieta tenía solo 23 años.

Nostálgica, Ágatha confiesa que a su abuela le encantaba dar muchas fiestas en su domicilio y que la ayudó muchísimo, porque ella era la mayor y "la favorita".

"Estoy convencida de que, si mi abuela hubiera sido más joven, hubiera trabajado conmigo, porque era muy optimista", subraya la diseñadora.

Ágatha Ruiz de la Prada presentó ayer, en su tienda de Barcelona, un nuevo modelo de estufas y chimeneas ecológicas y respetuosas con el medioambiente, con sus personales diseños de corazones.

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