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Ana Ibáñez
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6 mar. 2018
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Alexander McQueen presenta crisálidas en una metamorfosis de la moda

Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
6 mar. 2018

Crisálidas elegantes en Alexander McQueen, en una colección que trata la idea de la metamorfosis, con modelos de labios de mariposa y escarabajos presentes en muchos estilismos. Un desfile mágico de la mano de Sarah Burton para la casa McQueen, con la colección más inspiradora que se ha visto hasta la fecha, en una temporada muy calmada en París. 
 

Alexander McQueen - Otoño-invierno 2018 - Womenswear - París - © PixelFormula


La colección presentó una mezcla de cortes atrevidos, en la que las prendas clave fueron los esmóquines alargados, voluptuosos y con potenciados hombros, flecos y encaje, en una maravillosa actitud fuerte y elegante. Desde la combinación entre túnica de piel verde botella y falda kilt formada por cazadoras moteras que lució la modelo y chelista Lily Stewart, a la falda irregular con top ajustado de piel de color negro que exhibía una mujer de senos generosos, pasando por un top SM combinado con falda de red y botas, todo rematado con cientos de escarabajos bordados. Sin olvidar los vestidos de seda con bellos estampados de mariposas sobre botas de montar entalladas.
 
Un elenco formado por cuatro veteranas de altura: Stella Tennant con un abrigo cruzado de corte militar acabado con cola y flecos; Guinevere Van Seenus con una chaqueta de chaqué de color negro y una reveladora falda de encaje; Tasha Tilberg con una capa revuelta de color rojo y negro combinada con un gran bolso de piel; y Liya Kebede con un top carmesí que se extendía hasta las rodillas.

El de Alexander McQueen fue uno de esos desfiles en los que la belleza de las prendas enardece los ánimos de las modelos, preparadas con el pelo recogido en una fetichista trenza.
 
Un giro celta lleno de orgullo para una marca cuyo fundador es de origen escocés. Haciendo un guiño a sus orígenes, cada silla del Carreau du Temple estaba cubierta por un jersey de Arán, cada uno de ellos con el nombre del invitado en una etiqueta interior. De esa forma, nadie podía equivocarse de sitio en este desfile tan intenso y brillante.
 
Mujeres orgullosas, elegancia, en un elenco de modelos que caminaba rápidamente sobre una pasarela serpenteante; con una banda sonora techno en el interior de Carreau du Temple, redecorado con lienzos blancos en las paredes. Es la primera vez que McQueen utiliza este mercado de cristal y hierro de finales del siglo XIX, que ya fue escenario de desfiles de grandes diseñadores como Helmut Lang, Yohji Yamamoto, Giambattista Valli, Hedi Slimane y Riccardo Tisci. Burton se posiciona como una de las mejores.
 

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