El Grupo Kering o Artémis podrían comprar la casa Courrèges

El Grupo Kering o Artémis podría estar cerca de concretar negociaciones para adquirir una participación sustancial de Courrèges, la casa de moda francesa famosa por su estilo futurista.

La noticia de las negociaciones ha saltado a la palestra este viernes, después de que Coqueline Courrèges, viuda del fundador André Courrèges, interrumpiera al consejero delegado de Kering, François Henri Pinault, en un debate sobre la industria en París.

"No me gusta lo que has hecho con Balenciaga, es asqueroso, y no me gusta la idea de lo que podrías hacer con Courrèges", dijo la viuda a Pinault en una pequeña intervención durante la sesión de preguntas y respuestas con el CEO de Condé Nast Francia, Xavier Romatet, en el Vogue Paris Fashion Festival.

Courrèges, vestida en el característico total look blanco de la marca, procedió a revelar una gran hoja A3 con el logotipo de Balenciaga, una marca del Grupo Kering, en un lado, e imágenes de mujeres semidesnudas en el otro.

"Estoy completamente orgulloso de lo que estamos haciendo en Balenciaga", respondió Pinault en voz baja, antes de que seguridad guiara silenciosamente a la viuda.

Pinault no hizo ningún comentario sobre la efectiva afirmación de que Kering estaba en proceso de adquirir Courrèges. Sin embargo, fuentes han insistido que Kering o el Grupo Artémis, el vehículo de inversión de la familia Pinault que controla al enorme conglomerado francés de lujo, está a punto de adquirir el control de Courrèges de sus dueños actuales, Jacques Bungert y Frédéric Torloting, dos ejecutivos de publicidad.

En 2015, hubo informes no confirmados de que Artémis había adquirido una acción del 30% de la maison. Un portavoz de Kering confirmó a FashionNetwork.com que, efectivamente, Artémis había adquirido dicha participación, pero remitió todas las demás consultas al holding de Pinault. La portavoz del mismo no devolvió las llamadas. El pasado mes de junio, los Pinault usaron Artémis para comprar una importante participación minoritaria en Giambattista Valli.

Aunque se desconocen las cifras exactas, se estima que Courrèges tiene ventas anuales de alrededor de 20 millones de euros, y se cree que está generando pérdidas. La casa también cerró este año su histórica planta de producción en Pau, perdiendo 18 de 23 trabajadores, en un retiro significativo de los dueños. Sin embargo, su famosa tienda insignia, en el número 40 de la rue François 1er, aún permanece abierta. Se cree que esta valiosa propiedad será adquirida por la casa.

En Courrèges, François Le Ménahèze, que fue nombrado presidente el pasado mes de abril, ha insistido en que no tenía conocimiento de ninguna negociación. "He escuchado mucho sobre Madame Courrèges y sé que es una persona especial. Sé que no le agrada Mr. Pinault. Hay muchos rumores. Yo he comenzado hace un par de meses, y no para preparar la venta de Courrèges, sino para mantener y desarrollar la casa", dijo Le Ménahèze.

André Courrèges, un ingeniero civil que falleció el año pasado, fundó su casa en 1961, y se convirtió en un diseñador de gran influencia gracias a sus diseños limpios y geométricos y sus esculpidas formas monocromáticas. Considerado por muchos como el inventor de la minifalda, Courrèges es recordado como el diseñador futurista más importante de la historia de la moda. En 2011, Courrèges vendió la casa a Bungert y Torloting. Ellos volvieron a poner a la casa en la pasarela de París en 2015, después de contratar a dos jóvenes y talentosos diseñadores franceses, Sébastien Meyer y Arnaud Vaillant, quienes después de unirse cerraron su marca Coperni, ganadora de un premio ANDAM. Sin embargo, esta primavera los propietarios despidieron a Meyer y Vaillant, a pesar de las favorables críticas que ambos directores creativos recibieron. Resulta revelador que la casa no haya nombrado un reemplazo cuatro meses después de que el dúo de diseñadores abandonara a finales de julio.

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