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4 oct. 2015
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El clasicismo de Loewe, Issey Miyake y Dior y el adiós de Wang a Balenciaga

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EFE
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4 oct. 2015

El clasicismo tecnológico de Loewe e Issey Miyake, que aplican las últimas tecnologías a sus diseños, el jardín futurista de Dior y la despedida de Alexander Wang de Balenciaga marcaron hoy la jornada de desfiles de París.

Loewe, colección primavera / verano 2016


En su tercer desfile para Loewe, el británico Anderson quiso continuar explorando en textiles y materiales para que la marca siga siendo una tendencia innovadora.

Para la próxima temporada primavera-verano, Loewe propuso a la mujer con pantalones transparentes, futuristas, que se llevan con las prendas más clásicas, como jerséis de puntos o chaquetas cargadas de cristales de espejo o estampadas con el logo de la firma.

"Hemos trabajado muy duro en el desarrollo de las pieles y en las texturas", explicó a Efe Anderson tras el desfile. "Quiero que esta marca refleje la energía que a mí me transmite España", agregó.

También Issey Miyake presentó una colección donde los materiales se convirtieron en el centro de atención.

Colores muy tropicales en asombrosos diseños de aspecto arrugado hechos, en realidad, de papel a partir de una técnica innovadora conocida como "Baker stretching".

Su diseñador, Yoshiyuki Miyamae, contó tras el desfile que este nuevo proceso funciona como "el pan en el horno", un pegamento especial se imprime sobre el tejido, que al introducirse en el horno, a altas temperaturas, toma forma y fija el plisado sobre la prenda.

"Hemos querido mantenernos simples en las formas y centrarnos en los detalles, como los materiales que hacen pensar en las flores tropicales", explicó Miyamae.

Así, simples camisetas parecen ser jerséis espesos, como la lana, aunque también faldas, vestidos y bolsos siguen el mismo proceso en un abanico de colores veraniegos como el verde, el azul o el rosa.

Dior volvió a impresionar a sus invitados con un montaje espectacular en el que cubrió la sala del museo Louvre donde se celebraba el desfile de auténtica hierba natural y llenó las paredes con más de 400.000 flores de color azul.

Raf Simons demostró que mientras otros colegas de profesión se despiden de sus firmas a él aún le queda mucho trabajo por hacer.

Colores pasteles en formas sencillas y muy delicadas cubiertas por largas americanas, bermudas de talle alto a juego con tops a modo de conjunto lencero que prometen convertirse en los looks de noche de las estrellas.

En los accesorios Dior mostró enormes collares estampados y con abalorios pegados al cuello, a modo de gargantilla, bolsos que añaden un toque de color a las combinaciones en pastel, especialmente amarillo, marrón o rosa, y zapatos de punta atados al tobillo para rematar el estilismo.

Fecha señalada en el calendario era este viernes por ser el último desfile de Alexander Wang para Balenciaga, una unión que comenzó hace tres años y cuyo contrato la compañía Kering, propietaria de la firma, ha preferido no renovar.

Quizás como símbolo de que no guarda rencor por esta ruptura, Wang presentó una colección completamente en blanco, uno de los colores favoritos de Cristóbal Balenciaga, con vestidos lenceros, pantalones estilo pijama y "slippers" abiertas por delante.

Una propuesta con aires deportivos, como gustan a Wang, pero mucho más trabajada en la costura que habitualmente.

El diseñador volverá a dedicarse de lleno a su marca personal, mientras que Balenciaga aún no ha anunciado quién tomará las riendas de la "maison" del diseñador de Getaria. 

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