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5 sept. 2014
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El verano decolorado de BCBG de Max Azria abre la Semana de la Moda

Por
EFE
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5 sept. 2014

Nueva York - Como es tradición, Max Azria fue el encargado de abrir la Semana de la Moda de Nueva York con la corrección del "bon chic bon genre" (buen estilo, buena actitud) que se esconde tras las siglas de su marca BCBG, y adelantó un verano 2015 dominado por las siluetas laxas y los colores diluidos.

La colección, de ecos bohemios de esa clase alta que se va de vacaciones al mediterráneo africano y olvida la rigidez urbana, basa sus estampados en el trabajo de tapices de la región y el llamado "color reform", claves que otorgan el exotismo que Azria y su mujer, la ucraniana Lubov, siempre gustan introducir en sus diseños de manera sutil.

Nueva York, que dadas las altas temperaturas, no ha tenido que hacer ningún ejercicio de imaginación para ponerse el chip veraniego, aplaudió y agradeció la elegancia fresca y la apuesta vaporosa de BCBG, que sigue celebrando los 25 años del emporio textil de Max Azria más fiel a sí misma que nunca.

Desfile de BCBG primavera/verano 2015 | Foto: Pixelformula


El objetivo de esta colección era combinar la elegancia atemporal con las siluetas despreocupadas y se puede decir que Azria lo consigue: apaga un atrevido escote en uve en seda en rosa palo con una cara lavada y un cinturón bajo de punto acolchado y lazo lateral.

Este complemento, que transmite esa sensación vacacional, flexible y abierta al chapuzón, se convierte en el leit motiv junto con su opuesto: los zapatos de gamuza color crudo. Y así, entre vestidos drapeados, cascadas de capas transparentes, la mujer de Azria se sube a lo etéreo sin dejar de pisar la tierra. Elegancia con la libertad de aflojar sus nudos.

Esa es la idea que representa la musa de Azria, su esposa Lubov, que le inspira y canaliza su genio creativo hacia más de 700 tiendas en todo el mundo y con la que ha conseguido la doble gesta de llevar un cuarto de siglo juntos en el amor y el negocio.

Un negocio que tiene en BCBG su línea más accesible y que volverá a desfilar bajo el sello de Hervé Léger, la más selecta dentro de dos días.

Petos que descienden en triangular, cazadoras livianas y retrofuturistas que combinan una manga transparente con un cuerpo acolchado y, por supuesto, vestidos de noche blanca. Incluso se cuela un bolso aguamarina con la forma de una bola de pista de baile.

La paleta de colores, en cambio, nunca se enciende, sino que se queda en el blanco o el marfil, el rosa palo o el azul pastel. Quizá un color coral, quizá un gris ceniza. Pero este verano la vista no hace esfuerzos y el sol destiñe y se impone a cualquier explosión cromática, de la misma manera que los tejidos pueden arriesgar pero nunca salen de lo que definen como el "chic confortable".

Con esa energía dosificada, con esa apuesta por la belleza no forzada, el desfile concluyó de manera coherente con la versión de la canción "500 Miles" llevaba a cabo por el grupo Sleeping at Last.

Así, con un tono suave, se da por inaugurada la Mercedes Benz Fashion Week, en la que BCBG desfilaron por primera vez en 1996 y que el mismo jueves vio la propuesta de la española Desigual.

Desde el jueves y hasta el 11 de septiembre, los alrededores del Lincoln Center, sede de la Semana de la Moda, se convertirán en un avispero de tendencias dentro y fuera de los desfiles de firmas como Carolina Herrera, Óscar de la Renta, Donna Karan o Calvin Klein Collection.

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