España desmantela uno de los principales centros de la UE de productos falsificados

Las autoridades de España han desmantelado uno de los principales centros de la Unión Europea para la falsificación de mercancía, deteniendo a 71 personas y capturando cerca de 270.000 relojes falsos, joyas y otros bienes, informó la policía y Europol el pasado viernes.

La pandilla internacional que adquirió y vendió los productos falsificados operó en y alrededor de La Jonquera en el noreste de España, una ciudad cercana a la frontera francesa conocida por sus burdeles y supermercados que venden alcohol y tabaco de bajo coste.
 
La policía española ha explicado a los periodistas que los productos incautados valían más de ocho millones de euros a precio de mercado, "la mayor operación jamás realizada en España" contra las violaciones de la propiedad intelectual.

En un comunicado, la agencia policial europea Europol, que ayudó a las fuerzas españolas en la operación, ha expresado que habían desmantelado un "principal centro de la Unión Europea" para la distribución de productos falsificados.
 
La policía realizó la operación el 29 de noviembre cuando realizaron los arrestos e inspeccionaron más de 40 locales, incautando ropa, zapatos, gafas de sol, relojes, joyas, artículos de cuero y otros productos. "En algunas de las instalaciones, los investigadores descubrieron la existencia de almacenes secretos escondidos detrás de falsos muros, utilizados por los criminales para ocultar las mercancías ilícitas más nuevas en caso de una intervención policial", explica Europol.
 
Chris Vansteenkiste, responsable de la falsificación en Europol, ha expresado que la región es "una de las manchas negras de la Unión Europea" por este tipo de delitos, junto con la frontera entre la República Checa y Alemania.
 
La pandilla "también utilizó una sofisticada red de empresas ficticias y hombres de primera línea para lavar el producto de sus actividades delictivas, que se cree que han superado los nueve millones de euros", añade Europol.
 
Muchos de los productos fueron importados del extranjero, en particular China, Portugal y Turquía. Otros productos, principalmente artículos de cuero y cinturones, fueron falsificados directamente en España.