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23 mar. 2012
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Glissexpo vuelve a la costa atlántica

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23 mar. 2012

Ayer Alain Sevellec, promotor del Salon des glisseurs, salón dedicado a los deportes de deslizamiento – fundado a finales de septiembre pasado, es el sitio de reunión de la costa atlántica para los aficionados a este tipo de deportes – anunció que el evento retomará el nombre Glissexpo. Esta decisión tuvo buena acogida. “Existe una nostalgia con respecto a ese salón, afirma Alain Sevellec. Desde su última edición en 2002 la gente me hablaba de él. Y el año pasado, al final del primer Salon des glisseurs todavía se hacía la comparación. La gente quería la Glissexpo. Éste fue el salón que acompañó al mundo de los deportes de deslizamiento mientras éste salía del anonimato”.

A finales de los años 90, Glissexpo era el evento insignia del mundo del deslizamiento. Luego de su primera edición en el casino de Biarritz en 1991, en donde Alain Sevellec y Richard Harnie Cousseau reunieron 85 expositores con aproximadamente 200 marcas, el salón sedujo a las marcas y los profesionales del sector. A partir de su tercera edición, el salón se instaló en Anglet, sobre la playa. “Era algo realmente osado, recuerda Alain Sevellec, porque frente a los grandes salones deportivos de la época en los que se usaban alfombras, nosotros teníamos los pies literalmente en la arena. Pero eso resultó ser muy lucrativo”.


Más de 500 m2 con destinados al encuentro profesional –
Foto: Salon des glisseurs 2011


El mundo de los deportes de deslizamiento avanzaba con viento en popa, visto que una edición invernal fue llevada a cabo en París en 1995 en el Aquaboulevard y luego en Disneyvilleage, para luego terminar en Porte de Versalles en el pabellón del (fuego) Salón internacional del vestido masculino. En 1997 el salón invernal contó con 20.000 m2 en exterior y 12.000 m2 bajo techo. Por su parte, la sesión de verano atrajo a 270 expositores que representaron más de 700 marcas que iban más allá del surf; se vieron tanto deportes de nieve como marcas especializadas en outdoor.

Este éxito atrajo a los inversionistas. En 1998, los fundadores cedieron el 49% del salón a la Sodes. Luego, en 1999, año en que el evento llega a su punto máximo con 600 expositores y 1.200 marcas, el salón es retomado por el grupo Fair Team, también dueño del salón parisino Tranoï.

En el año 2000, el propietario tomó la decisión de instalar el salón en París, una escena más centrada en la moda. “En ese momento dado, el ambiente iba mucho más allá del deslizamiento, recuerda Franck Laporte, director ejecutivo de la estructura Eurosima, que junta a los grandes actores del sector. El salón era artístico, de calle, con una predominancia de los deportes alternativos urbanos. No continuamos más”.

Así que Glissexpo se atasco debido a conflictos internos. “Yo estaba en contra de ese traslado a París, confiesa Alain Sevellec, pero decidí no seguir más cuando se decidió llevar a cabo la sesión de invierno junto al SIG de Grenoble. Presenté mi renuncia en enero de 2002, justo antes de la última edición”. En ese momento, Glissexpo intentó de forma fallida hacer un regreso en la costa vasca, y desapareció luego de la sesión de septiembre de 2002.

Mientras Alain Sevellec organizaba sucesivamente los salones de moda Foxecs y Pix&Mix en Bayona, los profesionales del sector hicieron un intento de revivir la dinámica en la costa vasca para hacer frente al vacío dejado en el nicho del deslizamiento. “Estábamos en contacto con la Ispo y los americanos de la ASR para fundar una nueva feria, explica Franck Laporte. En 2003 contractualizamos con la Action Sports Retailers”. El salón era ambicioso, pero la costa vasca no disponía de una estructura realmente dedicada a este tipo de eventos por lo que, luego de dos sesiones estivales deficitarias, los americanos decidieron retirarse. “Fue también en este momento que aparece la disociación de períodos entre los textiles y el equipo, precisa Franck Laporte. Después de esto, llevamos a cabo proyectos en importantes ciudades europeas como Barcelona, para continuar en la Ispo Múnich de invierno. También observamos por el lado de Lisboa”.

Finalmente, las empresas no continuaron con los proyectos ibéricos. Además la nueva Glissexpo, de forma paralela con la creación del B.A.S.E. Workshop organizado en febrero y julio en Biarritz por parte de Brotherhood Communication –enfocado principalmente en los textiles-, aporta una fuerte oferta local para los profesionales y minoristas franceses y del Sur de Europa. Así, para la próxima edición, el salón espera cerca de 150 expositores y más de 400 marcas.

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