Por
EFE
Publicado el
2 jul. 2012
Tiempo de lectura
3 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

Joaquín Díaz tira del hilo de la moda desde el siglo XVI en una exposición

Por
EFE
Publicado el
2 jul. 2012


VALLADOLID - Una exposición de libros y grabados originales, fechados entre los siglos XVI y XX con la moda e indumentaria como hilos conductores, ha inaugurado esta mañana en Valladolid el etnógrafo Joaquín Díaz para mostrar el origen, evolución e incidencia política y social de las ropas de vestir.

Lo que en el principio de los tiempos fue una necesidad del hombre para protegerse del frío y más tarde la de tapar desnudeces por el sentido del pudor, se transformó con el correr de los siglos en una forma de ostentación y manifestación externa de clase social.

Tal fue el ansia de imitación, que ya en el siglo XVI las Cortes de Valladolid (1523) -durante el reinado de Carlos I- dictaron normas para evitar que las clases populares dedicasen la mayor parte de sus recursos económicos a tratar de parecerse a las clases nobiliarias en lo tocante a indumentaria.

"Las Cortes insinuaban así el perjuicio que para la economía del reino suponía el hecho de que 'lo que unos traen quieran traer los otros', especialmente en materia de bordados, brocados, dorados, hilos tirados, telas de oro o plata, y labrados", ha explicado Joaquín Díaz.

Se trata de uno de los primeros documentos históricos donde puede deducirse el concepto de moda como "modo o manera de parecerse a alguien, de imitar", ha añadido el comisario respecto a las reflexiones etnográficas y antropológicas en que ha planteado esta muestra, presentada con el lema de "Historia de la moda en las colecciones de grabados españoles".

Hasta el 19 de agosto, en la sala de exposiciones del Teatro Calderón, más de un centenar de grabados, libros e incluso diseños invitarán al visitante a viajar por la historia de la moda en España, con fondos pertenecientes a la Fundación Joaquín Díaz, con sede en Urueña (Valladolid), y también facilitados por varios coleccionistas, entre ellos Jaime Armero.

El sentido cristiano también queda reflejado en este muestrario, desde que al ser bautizado el nuevo cristiano se le recubre con gorro, mantón y faldillas, hasta su viaje a la eternidad con la mortaja a modo de sudario.

El sentido estético de los ropajes queda testimoniado en la exposición con un traje de novia, fechado en el último cuarto del siglo XX, confeccionado "con inspiración parisina" a partir de una tela que un mozo de Villardondiego (Zamora) compró en Marruecos, donde hizo el servicio militar, pensando en la boda a su regreso.

El concepto ostentación queda patente a través de grabados como los que Daniel Perea, a finales del siglo XIX, firmó para publicaciones como taurinas como "La Lidia", con especial detención en los sombreros que llevaban a las plazas los espectadores, síntoma inequívoco de la distinción social que pretendían quienes así se tocaban para asistir a una función de tauromaquia.

Joaquín Díaz, prestigioso estudioso y conocedor de la cultura tradicional, ha destacado entre el fondo exhibido piezas procedentes de las quince mejores colecciones de grabados de trajes documentadas en España desde el siglo XVI.

Ha referido, entre otras, las elaboradas por William Bradford, capellán del ejército inglés a su paso por España durante la Guerra de la Independencia (1808-1812), así como la de Genaro Pérez Villaamil, pintor ferrolano y director en su día de la Academia de Bellas Artes de San fernando, que entre 1842 y 1844 publicó en parís su "España Artística y Monumental".

Buena parte de las piezas mostradas se refieren a los tipos y trajes tradicionales de diferentes regiones de España.

© EFE 2024. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.