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28 ago. 2016
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La moda "sin género" revoluciona la industria

Publicado el
28 ago. 2016

Gender fluid, genderless, sin género, transgénero, unisex. Existen muchos términos para definir el concepto que ha surgido en los últimos años en el mundo de la moda, en el que ha logrado consolidar su presencia, y que ha revolucionado los códigos de la industria.

De las colecciones unisex a los desfiles que combinan la oferta para hombre y mujer, la industria del lujo vive una verdadera revolución. Se trata de un movimiento de fondo que ya no puede ser considerado un simple epifenómeno.

La modelo transgénero Hari Nef sobresalió en el desfile masculino de Gucci el invierno pasado - © PixelFormula


Las líneas de género poco definido, en donde sólo la talla y algunos detalles en el corte hacen la diferencia, son características de nuestra época, como lo demuestra el entusiasmo de la gran cantidad de nuevas marcas que han nacido en este movimiento como Avoc, Lucio Vanotti, .J.W Anderson, Public School, Andrea Crews o Hood by Air.

Cuando lanzó su línea para mujeres en 2014, la marca masculina Y/Project se enfocó especialmente en la oferta unisex y andrógina para preservar el confort y libertad de movimiento. Por su parte, AMI, la marca para hombre de Alexandre Mattiussi, propone algunos de sus modelos en talla más pequeñas para las mujeres.

La tendencia no gender también se ha hecho sentir en las nuevas generaciones, como lo confirma Barbara Franchin, fundadora del concurso para jóvenes diseñadores ITS, quien estudia desde hace años los cambios creativos a nivel global. “De las 935 candidaturas que recibimos este año, 31% eran colecciones que se definían como sin género o unisex, contra solamente un 1% en 2015”.

“Las diferencias culturales entre los países son menos evidentes. La moda representa una especie de lenguaje común para estos diseñadores en ciernes. A través de sus colecciones, hemos constatado el aumento de los grandes volúmenes protectores, que definen cada vez menos el género”, afirmó.

La colección unisex presentada por Anna Bornhold en el concurso ITS 2016 en julio pasado


Esta tendencia no es nueva. El estilo andrógino fue exaltado en el siglo XX por algunas celebridades de la cultura pop y varios diseñadores, de Chanel a Yves Saint Laurent. Pero más allá de que este estilo haya sido retomado en las últimas temporadas, la tendencia sin género se ha convertido en una evidencia al compás de la evolución de la sociedad.

"Hoy en día existe un claro acercamiento entre los dos sexos. Los cuerpos han cambiado. Además, los tabúes se han perdido del lado de los hombres. Usar una blusa de flores con corbatón ya no es impensable para un hombre. Estamos viendo un refinamiento del hombre y un endurecimiento de la mujer. De hecho, ambos se visten cada vez más parecido", analiza Alice Pfeiffer, especializada en estudios de género y antropología.

"La gente está cada vez más marcada por su trabajo o su clase social que por su género. Preferimos pertenecer a una tribu que a un género. Los códigos convencionales se han difuminado", añade la periodista de moda, quien realizó una maestría en Estudios de Género en la London School of Economics.

"La crisis también tuvo que ver. La gente en los suburbios se ha visto afectada y para poder andar tranquilamente las mujeres han adoptado el uso de atuendos deportivos neutros. Es de cierta forma del fin del diseñador en su jaula de oro", concluyó Alice Pfeiffer.

Jaden Smith, a la derecha, posa en falda para la campaña femenina de Louis Vuitton para el verano 2016


Esta nueva actitud, que se deriva de los profundos cambios por los que pasa la sociedad, como el matrimonio homosexual, también ha surtido efecto en los principales actores de la industria. En junio de 2015, el salón florentino de la moda masculina Pitti Uomo añadió un nuevo espacio llamado Open, completamente dedicado a la moda unisex con marcas que ofrecen productos dirigidos tanto a la mujer como al hombre.

Las tiendas multimarca no tardaron en seguir su ejemplo y cada vez son más las que ofrecen una oferta “sin género”. El año pasado, el almacén Bon Marché abrió un espacio en la sección femenina en el que propone artículos para hombre en tallas más pequeñas. En marzo, los grandes almacenes británicos Selfridges presentaron "Agender", una sección de moda unisex en que los clientes pueden "vestirse sin limitaciones o estereotipos."

Estas iniciativas a veces pueden parecer una jugosa operación de marketing, ya que las marcas han entendido cómo capitalizar este concepto: una camiseta o jean se vende mucho mejor si es catalogada como gender-fluid, al tiempo que genera una muy buena publicidad para la marca.

En estos tiempos de crisis, las marcas también han adoptado esta tendencia como una herramienta que les permite reducir costos mediante la combinación de su oferta para hombre y mujer en un único desfile, que por lo tanto solo se realiza dos veces por año en vez de cuatro como antes.

La línea femenina de Vetements se caracteriza por la mezcla de géneros desde sus inicios - © PixelFormula


Muchas marcas ya mezclan los looks femeninos y masculinos en la pasarela; pero esta temporada marcará un cambio radical con los primeros desfiles completamente mixtos.

Vetements dio el primer paso a comienzos de julio en la semana de la alta costura de París. La marca de Demna Gvasalia, que en sus inicios fue concebida como prêt-à-porter femenino, ha mezclado los géneros y ha desfilado con hombres y mujeres con diseños andróginos, deconstruidos y de corte amplio.

Burberry ha generado una gran expectativa al programar para el 19 de septiembre su primer desfile que combinará las colecciones para hombre y mujer en Londres. Gucci quiere seguir la misma línea, al igual que Public School, marca contemporánea de aire streetwear dirigida por Dao-Yi Chow y Maxwell Osborne, que también unificarán sus desfiles.

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