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Lorenzo Riva da una lección de alta costura en una habitación de un hotel

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EFE
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13 jul. 2010

Lorenzo Riva
Lorenzo Riva O-I 2010/2011
Roma, 12 jul (EFE).- El diseñador italiano Lorenzo Riva dio una lección de alta costura en la presentación de su colección para el otoño invierno 2010-2011, un desfile en una habitación de hotel, sin música y sólo acompañado del 'clic' de las cámaras de fotos con el que el modisto ha reivindicado la esencia de su trabajo.

Aunque dentro de la Semana de la Moda de Roma, "Alta Moda-Alta Roma", Lorenzo Riva ha querido desmarcarse del certamen con una cita en 'petit comité' en el lujoso hotel Exedra de la capital italiana, donde ha desafiado al espacio y a los impedimentos técnicos con su habitual sentido del humor y la elegancia de sus diseños.

"Me enloquecen los 'clics' de los fotógrafos", proclamó Riva, para contrarrestar el contratiempo que le dejó sin equipo musical y para introducir un desfile con el que rindió homenaje a la actriz británica Kay Kendall.

Vestidos muy ceñidos, cortos y en colores fluorescentes, que el italiano combina con pieles de marta, abrigos de estera holgados delante y rectos en la espalda, chaquetas cortas con cuellos majestuosos y botas bicolores que viajan al 'Swinging London' de los años sesenta.

Diseños con nombre propio que reivindican el sello de la alta costura romana como el "Via Veneto", un abrigo con cuello de visón que reemplaza las mangas por los guantes.

Sorprendió el especial trato de Riva hacia el verde oliva con el ajustado "Piazza di Spagna" -un reclamo al tiempo en que los desfiles de la Ciudad Eterna se inauguraban en la céntrica plaza- elaborado con tul, seda y toques de terciopelo con bordados que emulan la caída de las hojas otoñales.

Vestidos de cóctel en 'moiré' plisados en color oro y coral o trajes largos de seda dignos de las mujeres de Luchino Visconti han dado paso a un espectacular vestido de organza, corte imperio, blanco y adornado con cristales color chocolate en el escote.

En definitiva, sofisticación y un toque salvaje que es necesario llevar "con lentitud", en palabras de Riva, para saborear sus matices, su peso y su caída.

El italiano ha aprovechado la presentación de su colección para decir 'no' a los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia, que afectan a un elevado número de mujeres en el mundo de la moda, y ha culminado su desfile con un diseño para Nadia Accetti, presidenta de la asociación "DonnaDonna onlus".

Riva ha dado así su apoyo a la campaña "Unidos contra los desarreglos alimenticios", impulsada por esta asociación, y ha demostrado que la belleza se basa en la propia aceptación.

mfe/JL/cat

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