Saná, 28 jul (EFE).- Veintidós niñas yemeníes, de trece años, participaron hoy en un desfile de ropa, el cuarto en la historia de ese conservador país árabe, con el fin de mejorar la imagen de Yemen y atraer el turismo.

El desfile fue organizado como una de las actividades del Festival de "Saif Saná" (verano de Saná), que se celebra de forma anual en la capital yemení, Saná, y fue acompañado de bailes y música folclórica.

Las niñas exhibieron una colección de diseños tradicionales de áreas rurales, incluidas piezas de ropa que las mujeres yemeníes utilizan en casa y en el campo, así como ropa nupcial de distintos colores y decorada con joyas típicas y piedra preciosa.

También fueron exhibidas telas tejidas con hilos y adornos plata que se utilizan para cubrir la cabeza de la mujer, y varios tipos de "borqa", que cubre la boca y la nariz.

Según los organizadores, la participación de niñas de trece años en el desfile tiene como objetivo evitar críticas de los sectores tradicionalistas, dada la naturaleza tribal conservadora de la sociedad yemení, donde se aplican las normas islámicas y beduinas.

"El objetivo del desfile es mejorar la imagen del país a los ojos de los turistas y presentar la verdadera cara del Yemen seguro", dijo a Efe el responsable de la sección de prensa del festival, Mohamad el Wesabi

"Yemen es un país pacífico y seguro, muy rico en monumentos y sitios históricos (..) el turismo tiene una importancia especial para el ingreso de divisa extranjera", agregó.

Yemen, donde está activa una rama de la red terrorista Al Qaeda, organizó los primeros tres desfiles de moda en agosto de 2007, un mes después de la muerte de ocho turistas españoles en un atentado con coche bomba en el este yemení.

Desde entonces la rama yemení de Al Qaeda ha asumido la autoría de numerosos atentados en este país del sur de la península arábiga, uno de ellos causó en enero pasado la muerte de dos turistas belgas.

El último ataque terrorista fue perpetrado el viernes pasado con un coche cargado de explosivos contra la sede de las fuerzas de seguridad en la provincia meridional de Hadramaut, y ocasionó la muerte de un policía y del suicida, mientras que siete civiles y once policías resultaron heridos. EFE