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14 mar. 2017
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Nuno Gama cierra ModaLisboa con una colección que recupera al caballero luso

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EFE
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14 mar. 2017

 El diseñador luso Nuno Gama estuvo a cargo del cierre de ModaLisboa, la pasarela más importante de Portugal, con una colección que propone un "nuevo gentleman portugués", definido sobre todo por abrigos con elementos que remiten a la época de los templarios y a reliquias religiosas con impecables acabados.

Nuno Gama - otoño-invierno 2015 - Hombre - Lisboa


La propuesta de Gama, titulada "Profecía", agrega peso a un caballero moderno con detalles removibles de los cuellos de los abrigos, que aportan simbolismo y desaparecen cuando la sobriedad es requerida.

La silueta urbana moderna está siempre presente en las ideas del luso, partidario de lanas que contrastan con pieles y sofisticados sintéticos en turquesa o tonos marrones semejantes a la madera, recordando así la esencia de lo que perdura.

Nuno Gama - otoño-invierno 2015 - Hombre - Lisboa


La colección de Nuno Gama pone el broche a ModaLisboa, que bajo el lema "Boundless" ("Sin límites") ha explorado en esta edición los confines para vestir al ciudadano cosmopolita el próximo otoño-invierno.

Así, Luís Carvalho fue hasta el fondo oceánico para encontrar la serenidad y la suavidad que vistan la figura femenina en el color preferido por los diseñadores en la pasarela portuguesa, el azul oscuro, presente en la seda y el tul.

Además del azul, completan la paleta de colores el negro y el verde profundo, enfrentados al rojo oriental.

Nuno Gama - otoño-invierno 2015 - Hombre - Lisboa


Mientras, Filipe Faísca mezcló en su colección lana, neopreno y seda en una propuesta arriesgada repleta de colores intensos, como "morado enigmático", "dorado miel", "beige solar" o "negro medianoche".

También ha destacado la propuesta de uno de los considerados veteranos, David Ferreira, que se inspiró en las raíces del circo para mostrar la "individualidad", sinónimo para él del verdadero lujo.

Con esta idea como base, Ferreira trajo a Lisboa una colección que juega con los volúmenes que consiguen volantes, el vuelo en las faldas, e incluso pelo de borrego de Mongolia para difuminar los límites de la seda y el tul sobre la silueta femenina, todo en azul medianoche, turquesa y amarillos que remiten a las carpas circenses. 

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