Safilo factura un 21% menos en el primer trimestre

Safilo sufre en el primer trimestre. El fabricante italiano de gafas, que produce para marcas de moda como Boss o Fendi, ha registrado una caída de las ventas netas en el periodo debido al impacto de la paralización del servicio en el centro de distribución de la compañía en Padua causado por problemas informáticos.

Así, la facturación de Safilo cayó entre enero y marzo un 21,3% respecto al mismo periodo del año previo, un retroceso que la firma atribuye en parte a que el acuerdo de licencia con Gucci terminó en 2016.

Las ventas netas del resto de la cartera de Safilo, sin contemplar el impacto de la salida de Gucci, sufrieron especialmente la paralización de la distribución en Padua y registraron una caída del 14,9% interanual.

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La compañía italiana, también dueña de la marca Carrera, ya advirtió en marzo que esperaba que la interrupción del servicio afectara al desempeño de su portfolio con una caída estimada de la facturación de entre el 15% y el 20%.

Según comunicó la propia empresa, las ventas netas de sus marcas, sin contar a Gucci, hubieran registrado un ligero crecimiento de no haberse producido incidencias a causa del nuevo sistema informático.

El resultado antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ebitda) arrojó pérdidas de 9,5 millones de euros, frente al beneficio de 19,8 millones registrado el año previo.

Los números negativos del inicio de 2017 vienen a profundizar en la tendencia iniciada el año pasado por el fabricante italiano de gafas controlado por el fondo holandés Hal. En 2016, la compañía ya anunció ingresos por 1.250 millones de euros, una caída del 2% frente a 2015.

Respecto a los problemas informáticos, desde Safilo aseguran que ya se están tomando medidas para restablecer las condiciones normales de trabajo y servicio en la planta de distribución de Padua y esperan que la plataforma esté de nuevo en marcha para finales de junio.

Gerd Graehsler, director financiero de Safilo, dijo en la presentación de los resultados que abril había sido un mes "relativamente bajo" debido al número inusual de días festivos, y que mayo y junio serán meses clave para recuperar el retraso en las entregas sufrido en el primer trimestre.

Finalmente, Graehsler dijo que hasta el momento no se había registrado un número significativo de cancelaciones en los pedidos tras el anuncio de la interrupción de la distribución en el centro de Padua.