Madrid, 15 mar (EFE).- La exposición "El arte de la belleza" hace un recorrido por la historia de la perfumería y la cosmética a través de piezas procedentes de la colección efímera de la Biblioteca Nacional.

Libros, revistas, carteles, etiquetas y prospectos se completan con grabados, fotografías y pequeños impresos que ilustran el mundo de la belleza y del cuidado corporal desde finales del siglo XIX hasta la actualidad.

Rosario Ramos, comisaria de la muestra y responsable de la colección efímera de la Biblioteca Nacional, en la que se conservan materiales producidos en relación con un acontecimiento determinado o un artículo de interés que no pretende sobrevivir a la actualidad de su mensaje, ha planteado la muestra en varios apartados que recorren desde la fabricación hasta la distribución de los productos.

"El arte de la belleza trata de ilustrar cómo el hombre ha utilizado lo que la naturaleza le da para embellecerse. La historia de la perfumería se remonta a la Antigüedad, aunque aquí nos hemos centrado en la industria tal y como la conocemos en la actualidad", comentó la comisaria.

Las piezas seleccionadas permiten, a su juicio, crear un discurso sobre los productos de belleza "y los cambios que van sufriendo desde que se sacan de la naturaleza hasta que llegan al usuario".

En este camino, la pieza más antigua que se puede contemplar es un grabado del siglo XVI que representa la escena de aseo de una mujer que aparece desnuda peinándose, mientras que la más moderna es una serigrafía de Miquel Plana creada para mostrar la evolución del frasco de un gel de baño.

El primer apartado se dedica a las materias primas, de origen vegetal y animal, y la fabricación de un producto. En él se puede apreciar la incidencia que tuvieron los avances tecnológicos en la industria química.

Tratados como "El libro de los perfumes" en el que Eugène Rimmel pone todos sus conocimientos o "La perfumería en casa" de Ramón Casas son un ejemplo del auge de estos productos que durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX estuvieron reservados a las clases acomodadas.

"Formas de envolver la belleza" ilustra la práctica de etiquetar de forma diferente unas marcas de otras para lograr una imagen propia e individualizada, a través de la colección de envoltorios procedente de los fondos de la Biblioteca Nacional "que es muy importante", según Rosario Ramos.

Entre ellos destacan los de la casa Myrurgia "que cuidó mucho el detalle y contrató a los mejores diseñadores, como Edouard Jener, autor de los diseños realizados para la gama Orgía".

En el siglo XX comienzan a fabricarse productos para ser utilizados directamente por hombres y por niños, como cuchillas de afeitar o polvos de talco. Un grabado de Daniel Gil representa todos los útiles necesarios para un afeitado a la antigua.

El apartado dedicado a la imagen y publicidad de los productos de belleza exhibe una importante selección carteles y revistas, soporte por excelencia utilizado por las firmas.

"Se produce una explosión de todo tipo de soportes para hacer publicidad de los productos, como los expositores que se situaban en las mesas de los comercios. Una de las casas con una publicidad más cuidada es la de Puig", comentó la comisaria.

Para Rosario Ramos uno de los carteles más exquisitos de la muestra es el realizado por Alfredo Opisso en 1964 para "Rojo Embrujo" de Myrurgia.

La comisaria destacó también como en los años cincuenta, con la llegada del turismo, las diferentes compañías se adaptaron al momento y lanzaron productos solares.

Grabados, dibujos y fotografías reproducen comercios dedicados desde la compra y venta de drogas medicinales y todo tipo de esencias en el siglo XVIII hasta una imagen del escaparate de un establecimiento en la actualidad "en el que los perfumes tienen un protagonismo absoluto".

El recorrido finaliza con imágenes seductoras de la belleza, con grabados de Adamo Scultori, Charles Joseph Flipart y Frank Holl, de los siglos XVI a XX, que ilustran la evolución del acto cotidiano del aseo y arreglo personal a lo largo del tiempo.

Cleopatra, María Antonieta, Catalina de Médicis, Josefina o Napoleón fueron personajes que impulsaron el gusto por el cuidado personal y los productos de belleza. EFE

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