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12 may. 2010
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¿Cómo hacer frente a la caída del euro?

Publicado el
12 may. 2010

El sueño de la mayoría de las empresas brasileñas es entrar en el mercado europeo. Hace un tiempo, todavía, que la moneda brasileña se ha valorizado frente al euro. El glamour de ver su producto en los escaparates de España se ha convertido en dolor de cabeza.



Victor Dzenk: problemas con las fluctuaciones monetarias

Con una tasa de cambio flotante en Brasil, la moneda se ha valorizado frente a los demás. Hace tres meses, cada euro valía 2,61 reales. En 12 de mayo, el euro se vende por 2.26 reales. Hace un año, el euro valía 2,91 reales. Con el euro más barato, el producto brasileño llega a Europa más caro. Un vestido que costó 100 reales para el mayorista europeo podría ser comprado por 38 euros. Hoy se compra por 43 euros. Esta oscilación se ha llevado a las empresas a buscar alternativas para no dejar de lado el espacio perdido en el mercado europeo.

En Minas Trend Preview, uno de los más grandes salones profesionales de Brasil, que ocurrió en abril en la ciudad de Belo Horizonte, del estado de Minas Gerais, mas de 200 marcas de calzados, accesorios, ropas y joyas estaban exhibiendo sus productos. La marque Victor Dzenk comenzó a exportar hace tres años a una tasa del 30% de aumento cada año. Hoy, cuenta con 18 clientes externos en países como Inglaterra, Australia, Singapur, Qatar, Kuwait y Dubai. La companía, al devolver la colección de verano para el Medio Oriente en agosto del año pasado, tuvo una desagradable sorpresa. En el momento del pedido, el comprador paga el 30% de la compra, pero la mayoría, el 70% se paga al recibir la mercancía, unos tres meses más tarde.

Durante este período, el euro ha caído de 2,85 reales a 2,2 reales, lo que representó una disminución del 19% de la venta total. "Tengo mercancía lista que se detuvo en la fábrica, porque estoy esperando que el euro aumente", dijo Ana Elisa Dzenk, socio gerente de la empresa.

Para evitar el problema, ella ha hecho una estimación de la máxima de que el euro podría caer en un período determinado y tabulado el producto a partir de este valor, ya que si la moneda europea cae aún más, el daño no será tan grande. Es decir, el director requiere un mínimo de margen para reducir al mínimo las posibles pérdidas. "El problema es que mi producto se vuelve más caro", señala. "Pero no tengo más que hacer. No puedo dejar de contestar a mis clientes externos que han comprado de la compañía en los últimos seis colecciones", añade.

El hombre de negocios Piacini Wolner, propietario de la marca brasileña Wolp, también enfrenta el mismo problema. En la actualidad, la empresa vende a Alemania, Grecia, Turquía, Portugal, Italia, Rusia y otros países. Aunque las exportaciones representan sólo el 5% de las ventas totales, es de importancia estratégica para la visibilidad en el mercado internacional. Para evitar el problema, se han invertido en dos áreas diferentes. "Por un lado, hemos cambiado algunos materiales que son más baratos sin perder calidad, y en segundo lugar, se apostó por algunos productos con el diseño más audaz y más capaces de competir con los mercados extranjeros con un precio más alto", explica.

Eso es exactamente lo que el director de la ApexBrasil (Programa de las exportaciones brasileñas) sugiere cuando se le preguntó acerca de cómo los brasileños se enfrentarán a la competencia con los productos extranjeros más caros. Sin dar muchos detalles, él recomienda que las empresas se centren en el diferencial. "Los productos no pueden competir sólo en el precio. Tenemos que desarrollar las partes que tienen la tecnología y el design de competir externamente", dice Mauricio Borges.

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