Hermès ha experimentado una aceleración del crecimiento en el segundo trimestre como consecuencia de la sólida progresión de la marroquinería, su principal segmento, y al avance de prêt-à-porter y los accesorios.

El grupo, famoso por sus bolsos Birkin y sus pañuelos de seda, ha visto cómo sus ventas alcanzaban los 1460 millones de euros, registrando una subida del 7,2 % según datos publicados, limitada por los efectos desfavorables de la subida del euro frente al dólar.

Pero a tipo de cambio constante, su crecimiento alcanza el 11,6 %, por encima del 10 % esperado de media por los analistas.

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"Hermès ha cerrado un trimestre sólido, con un crecimiento muy bueno, movido especialmente por los volúmenes" declaró Axel Dumas, gerente de Hermès, durante una conferencia telefónica con la prensa.

Aunque surgieron algunas preocupaciones con respecto a la evolución de la demanda china, vinculadas especialmente a la caída de la Bolsa de Shanghai y los precios inmobiliarios, Axel Dumas declaró no percibir "ninguna inflexión" de la demanda en China, donde Hermès "lleva experimentando un crecimiento de dos dígitos durante varios años".

Al igual que muchos de sus competidores, entre ellos Louis Vuitton, propiedad de LVMH, Hermès ha bajado sus precios en China tras el recorte de los aranceles anunciado por Pekín. Axel Dumas precisó que esta bajada era del 4 % a principios del mes de julio.

La marroquinería, segmento principal del grupo, ha aumentado el ritmo y ha registrado un crecimiento sólido del 8,4 % (tras el +7,5 % del trimestre anterior), mientras que las ventas de ropa y accesorios han aumentado un 16,4 % (después del +17,1 %).

El grupo ha precisado que su rentabilidad operativa en el primer trimestre debería estar cercana al nivel récord (34,3 %) alcanzado en el primer trimestre de 2017, gracias al crecimiento y a un impacto positivo de las coberturas de cambio.