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Agnès b. rinde homenaje a la parisina y Beautiful People a las prendas camaleónicas
El octavo día de desfiles se cruzaron dos visiones muy diferentes de la moda. Por un lado, la moda concreta abierta a todos y todas de Agnès b., con una nota de ligereza parisina. Por otro, la moda más experimental y rebuscada de Beautiful People, con ropa poética y transformadora.
Esta temporada, el diseñador japonés Hidenori Kumakiri, que desfila desde el año pasado en París con su marca Beautiful People, no dudó en subir personalmente a la pasarela con una blusa gris al comienzo de su desfile el lunes, en la Escuela de Bellas Artes de París, para ilustrar su propuesta. En la oscuridad y en un silencio marcado por el latido de un metrónomo, desnudó a una modelo para vestirla de nuevo con el mismo vestido, pero con una propuesta totalmente diferente.
Durante tres temporadas, el diseñador ha experimentado con una nueva técnica que ha bautizado "Side C" y que le permite usar, mediante un sofisticado juego de construcciones, el interior, el exterior y el forro de la prenda multiplicando su uso hasta el infinito. Continúa su trabajo reforzando la presencia del punto, utilizado en capas ultrafinas, tanto transparentes como de color, que, superpuestas entre sí, crean nuevos tonos de colores y múltiples posibilidades de lucir la prenda.
Puesta por delante, por detrás o por debajo, esta prenda camaleón multicapa ofrece una gran variedad de estilismos distintos, desde el negro a tonos del amanecer y el atardecer.
"Quería ofrecer una prenda en 24 tonos con un posibilidad distinta para cada hora del día", dice Hidenori Kumakiri, que lanzó en marzo su primera colección masculina en Japón. En realidad, estos modelos múltiples ofrecen más de 10 formas de llevar una misma prenda. Esta temporada hay que destacar el vestido estampado que se funde con el forro de un cárdigan blanco.
Agnès B no ofreció prendas 10 en 1, pero sí una gran colección de piezas informales, fáciles de usar o elaboradas, todas impregnadas de la típica elegancia parisina. El armario de Agnès b., cuyo verdadero nombre es Agnès Troublé, cubre todas las necesidades de la vida cotidiana para el próximo verano, de la mañana a la noche.
Una colección para todo el mundo, para hombres y mujeres de todas las edades, ya sean jóvenes con pañuelo, cazadora con pintadas, pantalones de chándal con rayas laterales y accesorios flúor, padres con abrigo de lona, o sudadera con muñeca en brazos, para el trabajo con un traje azul marino, o para la orilla del mar con trajes de baño y vestido abierto con cremallera en la parte delantera. Tampoco se olvidó de los novios a los que viste con chaqué azul marino y pantalones blancos para él, y vestido blanco estampado y velo de tul para ella.
Sillas de jardín de color blanco, como en una foto en blanco y negro, se cuelan en la parte inferior de un vestido de pizarra gris sin mangas cubierto de hojas. Un viejo mapa del centro de París impreso sobre pañuelos de seda sirve como telón de fondo de vestidos y camisas, elegantes trajes de lino alternados con monos de lona de color caqui.
Para salir a bailar, los hombres eligen trajes de colores cálidos y corbatas cortas, mientras que el rapero y poeta franco maliense Oxmo Puccino acompaña en vivo con su cálida voz.
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