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27 ene. 2010
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Alber Elbaz y Lucas Ossendrijver continúan su ascensión en pasarela de París

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EFE
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27 ene. 2010

París, 24 ene (EFE).- El modisto israelí Alber Elbaz y su colega holandés Lucas Ossendrijver en exquisita compenetración para Lanvin; el japonés Rynshu en plena mutación y la coreana Wooyoungmi dieron algunas de las más variadas visiones de cómo podrá vestir el hombre del invierno que viene.

Alber Elbaz, Lanvin
Alber Elbaz - Photo : PixelFormula

El desfile más esperado y sin duda el más aplaudido fue el de Lanvin, con una compacta y diversificada propuesta para cada momento y ocasión del día, original y elegante a la vez.

Botines y zapatos, muy visibles, pues a menudo, aunque no siempre, los pantalones terminaban a la altura de los tobillos, fueron algo más que un simple accesorio decorativo, un elemento principal del todo.

En particular cuando las suelas se teñían de blanco o de colores vivos como amarillo, azulón o fucsia, curiosamente sin extravagancia alguna.

En contraste, el invierno 2011 Lanvin se construirá sobre tonos oscuros, con abundancia de colores caqui, grises, negros y falsos negros, siempre llenos de matices.

Algunas prendas de tonos rojizos, beiges y marrones completaron la paleta, junto con el blanco de camisas destinadas a las grandes ocasiones, portadas con pajarita, pantalón esmoquin y cinturón ancho-corsé, elegantísimo, y terapéutico en caso de necesidad.


Bolsos y mochilas, siempre de cierto tamaño, a veces tricotados a mano, parecían haber sido creados para el viaje.

"Eso es la moda, hacerla avanzar, con las materias, con las siluetas, o con la manera de llevar las cosas", explicó Elbaz al término del desfile.

Acostumbrado a trabajar "con emociones", el director artístico de Lanvin, que durante décadas sólo trabajo para la mujer, resaltó cómo al ocuparse por primera vez de moda masculina quiso "encontrar la identidad del hombre francés".

"Todo el mundo sabe cómo es la mujer francesa, y también el hombre estadounidense, el inglés, el italiano", pero no el francés, que no es ni complicado ni distante, "es individual", explicó.

Con toda lógica, la colección fue pensada a su imagen y semejanza, para un hombre que es "es exactamente como la mujer francesa, un entendido, un conocedor, no una víctima de la moda".

En este concepto insistió también Ossendrijver, quien contó a Efe cómo el equipo trabajó con la idea "no de hacer ropa para 'fashion victims", sino para 'fashion lovers', para la gente que ama la moda y le gusta vestirse bien".

La moda "es mucho una historia de necesidad, al crear la colección nos preguntamos qué deben tener lo hombres de hoy, qué necesitan, e intentamos responder a esas necesidades", añadió el modisto, que inició su fructífera colaboración con Elbas hace casi cinco años "de una manera muy simple", escribiéndole una carta.

"Me gustaba mucho su trabajo, le escribí una carta, nos vimos una semana después y tres meses después comenzamos a trabajar", recordó.

En esta cuarta y última jornada de colecciones masculinas otras emociones vinieron de los misteriosos hombres de pecho descubierto de Songzio, y de la modista coreana Wooyoungmi, quien además de trabajar sobre el color azul y confirmó la omnipresencia de grises y negros sobre las pasarelas de París.

Interesada en el cine mudo y su indumentaria exagerada, en Charles Chaplin y su deseo de que "todo estuviese en contradicción" la creadora se fijó entre otros objetivos el de convertir lo pesado en ligero y viceversa.

Por su parte, Rynshu, conocido hasta ahora como Masatomo, trocó su nombre dentro de una tradición japonesa "reservada a las más altas castas, como emperadores, artistas y samuráis" para presentar su colección "Elegancia Rock-n-Roll", fundamentalmente negra, con pantalones orientalizantes, de tiro bajo, en tejidos muy fluidos, también muy anchos o ajustados al cuerpo, y ajustadas chaquetas.

Los colores se reservarán para las grandes ocasiones, en americanas o pantalones bordados o confeccionados con texturas brillantes de rayas plateadas y rosas o amarillas, sobre botines de charol.

Terminada la moda invernal para hombres París, esta misma noche comenzará la alta costura femenina del verano 2010 con un desfile del holandés Josephus Thimister, director artístico de Balenciaga en la década de los 90, considerado como uno de los mejores modistos del siglo XXI, que retoma las pasarelas de París tras ocho años de ausencia.

La alta costura concluirá el jueves, con una jornada dedicada exclusivamente a la alta joyería.

Lola Loscos

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