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Ana Ibáñez
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24 jun. 2022
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AMI y Amiri: del Sacré Coeur al Jardin des Plantes

Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
24 jun. 2022

Uno de los motivos principales por los que París sigue siendo la mayor capital mundial de la moda es que la ciudad es muy fotogénica. Lo demuestran el espectacular desfile de AMI al atardecer en el Sacré Coeur y el de Amiri en el maravilloso Jardin des Plantes.
 

AMI




 


El último desfile de Alexandre Mattiussi para su floreciente marca AMI fue un éxito desde el primer look. Audrey Tatou abría el desfile con una gabardina ante Sagrado Corazón de Montmartre, delante de un público entre el que se encontraban Naomi Campbell y Carla Bruni.
 
Aplausos instantáneos tanto de los invitados como de un par de miles de seguidores apostados al pie de la escalinata que sube a la famosa iglesia. El mero hecho de que la ciudad y la iglesia aceptasen que AMI celebrase su desfile frente a la legendaria basílica es otra muestra de lo mucho que significa esta marca parisina contemporánea en Francia.

El público aplaudió a Liya Kedebe, con un chaleco caqui y pantalones a juego, y a Cara Delevingne, que se pavoneó como una colegiala con una cazadora de cuero y una camisa desabrochada.
 
"Una colegiala en Montmartre. Chicas y chicos franceses; ¡romanticismo, París, París, París!", se entusiasmaba Alexandre, tras el desfile y ante la imponente vista panorámica.
 
"Mi primer apartamento cuando llegué a París estaba en Montmartre. Ahora vivo en un apartamento con vistas al Sagrado Corazón. Lo miro cada vez que me acuesto. Así que es mi Sacré Coeur. Y ese es el nombre de la colección", afirmó el diseñador.


Ami - Primavera/Verano 2023 - DR


Todo, presentando a una verdadera mezcla de ciudadanos elegantes, damas atrevidas incluidas, que combinan blazers de lana verde con 'cuissardes' franceses o botas hasta el muslo y que seducen con cazadoras de cuero rojo carmín, como "une pute de Pigalle", señalaba el creativo, usando el término francés para prostituta.
 
Hasta llegar al pequeño vestido negro, con una simpática referencia a Edith Piaf. Antes de que una parisina bien educada subiera el tono con un jersey marinero ceñido, una microfalda y unas botas hasta el muslo para salir de fiesta por este barrio tan divertido.
 
A Mattiussi siempre le gustó un gran abrigo envolvente, esta temporada con cuadros Tati guinga, un homenaje a los famosos grandes almacenes de bajo coste que en su día fueron los principales distribuidores de moda de este barrio del norte de París. También vimos grandes blazers de color rosa con un solo botón al estilo Tati y minifaldas bajo la benévola mirada de las estatuas ecuestres de bronce de Juana de Arco y Luis XIV. 
 
Para los chicos, vaqueros desteñidos y americanas, todos acabados con sus nuevos botones dorados con el logotipo de AMI en forma de corazón. Todo combinado con rombos, rayas y camisas de turista. Nada demasiado revolucionario, pero una colección híper concentrada que parecía querer decir, bueno... "París, París, París".
 
Otra muestra de lo de moda que está esta marca es que AMI cuenta con 15 tiendas en Japón. Antes de la pandemia sólo había tres. Cuenta la leyenda que los romanos decapitaron a San Dionisio, el patrón de París, en este lugar. El jueves, al caer el sol, parecía que la ciudad acababa de consagrar a Mattiussi como su último santo de la moda.
 

Amiri, azul helado en el Jardin des Plantes




 


Mike Amiri, un diseñador que ha dado mucho que hablar en Los Ángeles, saludó a París con un desfile que elevó su look de estrella de cine californiana a un nivel más sofisticado.
 
Durante la pandemia, Mike produjo una serie de vídeos y desfiles muy elegantes, rodados en villas icónicas de mediados de siglo y en lugares históricos del cine de Los Ángeles. Su sentido del espectáculo inteligente se volvió a poner de manifiesto en París, con una gigantesca y prístina pasarela llena de logotipos construida en forma de plataforma con vistas al histórico Jardin des Plantes. Su logotipo medio gótico alcanzaba el doble de altura que cualquiera de sus modelos.
 
Lo que mejor funcionó era su gran paleta de tonos helados, azul, crudo y cemento desteñido, que estaban presentes en todo tipo de ropa deportiva, de playa y de descanso.
 
Amiri no es Giorgio Armani, pero es experto en el corte de una chaqueta de hombros suaves y tiene un gran ojo para la elegancia con un toque informal. Además, sabe dar forma a los pantalones cortos como Brâncuși, ya sea en rizo, toalla, telas paisley o algodón en color caqui. Confeccionados con volumen; como skorts, combinados con faldas escocesas o acabados como un campo de hielo de intarsia, todos ellos quedaban estupendos.
 
"Ha crecido mucho como diseñador. Se necesita tiempo para hacer realmente buena moda, pero Mike lo está consiguiendo", comentaba Renzo Rosso, cuyo holding Only the Brave posee una participación mayoritaria de Amiri.
 
Todo ello, rematado con zapatillas blancas con el logotipo y acompañado por una relajante banda sonora de Shade y Kool & The Gang, fue una importante victoria para Mike Amiri. Se ganó el respeto de París. Algo que no se concede fácilmente en el mundo de la moda.

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