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27 ene. 2010
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Bibian Blue da una vuelta de tuerca más al corsé en la primera sesión del 080

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EFE
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27 ene. 2010

Barcelona, 26 ene (EFE).- Dar una nueva vuelta de tuerca al manido estilismo victoriano es complicado tras las muchas revisitaciones padecidas. La joven diseñadora Bibian Blue ha demostrado, en la primera sesión del 080 Barcelona Fashion, que existe un resquicio si se sabe incorporar una lupa deformante.


Bibian Blue - otoño-invierno 2010/11

El desfile inaugural de este certamen, que llega a su quinta edición, ha corrido a cargo de Jan Zamora y Alfonso Peña, la pareja de diseñadores que sustenta Jan Iú Més, que han apostado por una gama cromática mineral -negro, marrón y gris, sobre todo- para su armario masculino de la temporada otoño/invierno 2010-2011.

La presencia de algunos conocidos rostros españoles en la pasarela -Andrés Velencoso y Jon Kortajarena, entre otros-, ha atraído ya a primera hora a un numeroso público que han comprobado como Jan Iú Més optaba por el punto de trazo más grueso para algunos de sus enormes jerseys de lana, que llegaban a simular mantas de pastor sobre la figura estilizada de los modelos, más perceptible bajo los ligeros blazers negros ajustados con cinturón.

También ha desfilado en este pase el actor Joel Joan, presidente de la Academia de Cinema Català, entidad que colabora con este certamen, ya que los diseñadores del 080 vestirán a los presentadores en la gala de entrega de los premios Gaudí.

Joan, apartado de la androginia de sus compañeros de pasarela, se ha atrevido con una blusa transparente que, seguramente por pudor, o por obligaciones del guión, ha cubierto con una austera chaqueta negra.

Una vertiente mucho más dramática de la moda es la que Bibian Blue transfiere a sus diseños: readaptaciones oníricas de las prendas fin de siglo que debieron vestir las mujeres que alternaban en las cantinas del lejano oeste pero también en los elegantes salones belle epoque.

En sus creaciones, en las que el corsé es omnipresente, dueño y señor, se reconoce la influencia del llamado teatro burlesco, pero también otras referencias más contemporáneas y urbanas que beben igualmente del pasado: el gothic candy, el steampunk (el mundo ideal visto a través de una máquina de vapor) o de Blade Runner, un filme esencial de la imaginería "moderna".

Bibian Blue mezcla en su taller cuero, plumas y encajes, con blondas, gasas y latex, que sirven para elaborar una panoplia de capas (faldas, chorreras, manguitos, gorgueras) donde los materiales mandan sobre los colores (rosa palo, granates, beiges), y los estampados con rostros humanos hacen de los cuerpos verdaderos álbumes nostálgicos.

Se trata de prendas que convierten en personajes a quienes las portan, a lo que ayuda unos tocados confeccionados con cráneos de cabras, de cuernos petrificados. Mujeres con parches recién salidas de un tatuaje. Puro sueño, o pura pesadilla.

Más pausada, geométrica y minimalista, pero también con un claro punto de clasicismo, ha sido la propuesta de Yiorgos Eleftheriades, bautizada como "Cazadores urbanos".

Este creador griego de largo nombre se ha atrevido con la "peligrosa" combinación negro-azul marino para definir unos rasgados microvestidos, dotados en ocasiones de hombreras que rozaban el desequilibrio.

Pero, sobre todo, las aguerridas "cazadoras" de Eleftheriades sobresaldrán en la selva estilística por sus abrigos y capas peludas, un toque animal y primitivo, que pueden ocultar unos escuetos trajes de cuero ceñidos militarmente.

Juan Antonio Ávalos no ha dejado espacio para leer entre líneas, su colección se llama "Mazinger Z" y sus piezas se entroncan sin rubor en los monos que llevaba Koji Kabuto, el piloto de robot pop por excelencia.

No ha habido dudas, los modelos de Ávalos, que lucían para la ocasión el estratosférico flequillo del acérrimo enemigo del Doctor Infierno, han mostrado la conexión directa entre el uniforme de Koji y el "chandalismo chic": una colección más allá del concepto sport de pantalones anchos y cazadoras de cremallera, con o sin capucha, combinaciones estridentes, tejidos deportivos y acolchados hasta el límite.

El desfile de Miriam Ponsa ha cerrado de forma brillante la primera jornada del 080, con unas creaciones netamente inspiradas en en el frío, el campo y la montaña.

La lana es la protagonista de esta colección que no teme la superposición de prendas, algunas de ellas como recién salidas de un telar artesanal, pero que encajan perfectamente con unos pantalones de talle alto y ceñido.

Un look trashumante, casi gypsy, que se nutre de la comodidad escandinava ante el hielo y la nieve, pero también de la altiplanicie boliviana, con mantas enganchadas en la cabeza por un sombrero, que parecen querer decir: "ande yo caliente, ríase la gente".

En este 080, que se prolongará hasta el viernes, se han visto hoy además los trabajos de Montse Liarte, una elegante colección, y que según su autora están inspirados en el deseo de volar.

Sergio Andreu

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