BRUSELAS, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -La Comisión Europea permitirá a las marcas de lujo seguir impidiendo la venta de sus productos a través de Internet por parte de distribuidores que no tengan locales físicos, tal y como le reclamaba el sector, que no quería perder el control de sus productos en el comercio electrónico.

El Ejecutivo comunitario aprobó este martes una actualización de la normativa de la UE sobre competencia en la distribución de productos y servicios con el objetivo de adaptarla al creciente papel del comercio electrónico. La legislación comenzará a aplicarse en junio y estará en vigor hasta el año 2022.

El vicepresidente de la Comisión y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, explicó que la normativa "permite que un fabricante ponga como condición al distribuidor que cuente con al menos una tienda 'de ladrillo y cemento' (en referencia a un local físico) que permita un contacto directo con los clientes".

La única restricción que impone Bruselas a este tipo de acuerdos es que ni la cuota de mercado del fabricante ni la del distribuidor supere el 30% y que no haya una excesiva concentración en el mismo sector (por ejemplo en la industria del lujo) de pactos de este tipo. Si se da esta concentración, el Ejecutivo comunitario podría analizar el sector para verificar si hay problemas de competencia.

Las principales asociaciones de fabricantes de productos de lujo de la UE, entre ellas el Foro del Lujo Español, se felicitaron de la decisión de Bruselas porque permitirá "mantener la calidad, la autenticidad y el servicio de los productos de lujo". "Un elemento clave del negocio de productos de lujo es un modelo de distribución que preserva la imagen de los productos y permite un entorno de venta de alta calidad y prestigio", señalaron en un comunicado.

A su juicio, el Ejecutivo comunitario "ha reconocido la importancia de la industria del lujo para Europa", que emplea directa o indirectamente a 800.000 personas y alcanzó un volumen de negocios de 200.000 millones de euros el año pasado.

Por su parte, el portal de subastas en Internet eBay, que ha sido objeto de críticas y denuncias por parte de la industria del lujo por permitir la compraventa de artículos falsificados, acogió también con satisfacción la normativa porque a su juicio limita las trabas que pueden imponer los fabricantes a la venta de sus productos a través de Internet.

"Al reconocer la importancia de los actores que sólo están presentes en Internet, las nuevas reglas no dan libertad total para imponer a los distribuidores el requisito regresivo de que cuenten con una tienda 'de ladrillo y cemento'. Este requisito, cuando se usa de forma generalizada en un mercado, puede impedir a los consumidores beneficiarse de los productos ofrecidos únicamente por los distribuidores a través de Internet", aseguró eBay en un comunicado.

A su juicio, la nueva normativa introduce suficientes salvaguardas que "impedirán posibles nuevos abusos por parte de fabricantes que quieran excluir de forma injustificada a los distribuidores exclusivamente 'on-line'".

En todo caso, una vez que cuenten con la autorización del fabricante, los distribuidores podrán vender los productos en Internet de la misma manera que en sus puntos de venta físicos. Ello significa que los fabricantes no podrán limitar las cantidades vendidas a través de Internet ni imponer precios más altos a los artículos vendidos a través de este canal.

También estará prohibido redirigir a los clientes extranjeros que intentan comprar a través de Internet al distribuidor autorizado de su Estado miembro o impedir que se consume una venta cuando los datos de la tarjeta de crédito muestran una dirección en el extranjero.

"Las reglas garantizarán que los consumidores, se encuentran donde se encuentren en la UE, puedan comprar bienes y servicios al precio más interesante y al mismo tiempo dejarán que las empresas sin poder de mercado sean libres para organizar su red de venta como quieran", dijo Almunia.