Como la trucha al trucho: desde Canarias, con amor y color

Parece inevitable que bajo el nombre Como la trucha al trucho se escondan altas dosis de amor. Algo que transmite esta firma de moda femenina de origen canario, fundada en 2014 por Amanda Gutiérrez y Adonais Sarmiento. Una pareja de diseñadores que, tras haberse formado en Italia, regresó al archipiélago con la voluntad de lanzar una marca a su imagen y semejanza.

Desde entonces, Como la trucha al trucho se ha ido haciendo mayor. “La evolución ha sido muy curiosa, ya que nosotros hemos crecido con nuestra clienta, tanto a la hora de diseñar como de usar el color”, cuentan los diseñadores sobre el camino hacia la madurez de los cortes y el estilo de la marca. “Algo bonito, y que nos recalcan mucho, es que nuestra primera colección marcó una seña de identidad en el uso del color. A día de hoy, nos siguen relacionando con él, señalándolo como ‘truchil’”, explican sobre el estilo de sus propuestas iniciales.

Dicen no seguir las tendencias, buscando siempre la inspiración en la estética retro, y se definen como marca “muy particular”. “Queremos ser una herramienta para que la gente pueda expresarse y divertirse con la moda que hacemos. Nos gusta arriesgar tanto en siluetas como en colores, pero al final son prendas que puedes combinar fácilmente”, afirman los creadores, apuntando que “el mejor complemento que puedes llevar es la actitud”.

Competir contra el fast fashion y otros desafíos de las pequeñas marcas

Dirigida a una clienta de entre 30 y 40 años que ha ido creciendo con sus diseños, la marca presenta modelos, que van de 45 a 70 euros, que presumen de estampados originales y fabricación propia. Una diferenciación cualitativa que, no obstante, también limita a los creadores a la hora de ser competitivos en precio y oferta. Y mucho menos frente a los dictados de la gran distribución.

“La principal dificultad que nos encontramos es el daño que hace el fast fashion”, analizan, mencionando igualmente los costes de aduanas y las dificultades de envío. “Al elaborar nosotros todo, desde el diseño del estampado por ordenador hasta la última costura con la máquina, nuestros precios no pueden ser más económicos y llegar a un mayor público”, reconocen con honestidad y añaden: “Pero nuestro público sabe valorar todo nuestro mundo”.

Hasta ahora a la venta en diversos puntos físicos en la Islas Canarias, su principal mercado, así como a través de su e-shop y su perfil de Instagram, Como la trucha al trucho pretende seguir creando comunidad y creciendo tanto a nivel local como nacional. Una evolución que, para los diseñadores, pasa por aumentar ventas y crecer en número de puntos de venta en la Península. “La gente tiene un flechazo a primera vista con nosotros. Nuestro producto se vende bien, lo único que necesitamos es que se nos conozca más”, admiten, seguros de su propuesta.

Una comunicación para la que su participación en la última edición de Momad, así como sus desfiles en la semana de la moda de baño de Gran Canaria Moda Cálida han supuesto una herramienta de marketing fundamental. En su próxima edición, que tendrá lugar este fin de semana y que por primera vez contará con la organización de Ifema, Como la trucha al trucho clausurará el primer día de desfiles, dedicado a las marcas locales. Una responsabilidad que los diseñadores se han tomado muy en serio. “Al cerrar la jornada, queremos dejar un muy buen sabor de boca a todo el equipo y asistentes al desfile”, anticipan. Cita con sus diseños: el próximo 3 de octubre.

Como la trucha al trucho: desde Canarias, con amor y color

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