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Rocío ALONSO LOPEZ
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2 jun. 2023
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Cómo Marruecos quiere reforzar su posición como socio textil de las marcas europeas

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
2 jun. 2023

Por toda Casablanca aparecen edificios modernos y de diseño. En pocos meses, surgen nuevos barrios. Una dinámica que se percibe en todo Marruecos, mucho más allá de la capital económica. Y la industria textil, pilar de la actividad del país con 1600 empresas, refleja este comportamiento: está en pleno auge.


El salón MIM brindó la oportunidad de celebrar conferencias sobre la industria textil marroquí - DR


En la 20ª edición del salón MIM, que tuvo lugar en Casablanca del 10 al 12 de mayo, la industria textil marroquí estaba en plena efervescencia. Decenas de compradores potenciales, jóvenes marcas españolas, firmas francesas y fabricantes del norte de Europa fueron invitados por los fabricantes marroquíes para presentar su saber hacer.

Se trata de un acontecimiento importante para el país, que conserva su imagen de gran proveedor de Inditex, el gigante español de la moda rápida, que sigue haciendo grandes pedidos al país. Pero tras la crisis de Covid, y las dificultades encontradas por las marcas europeas para obtener entregas de sus proveedores europeos, la repatriación de una parte de la producción ha beneficiado a los fabricantes marroquíes.

Desde 2019, la industria textil marroquí pasó de 198 000 a 222 000 empleos. La actividad exportadora también ha pasado de 36 000 a 41 500 millones de dirhams (de 3500 a 4000 millones de euros), de un total de 64 000 millones de dirhams. Y en los tres primeros meses de 2023, las exportaciones aumentaron un 16 %. El sector textil es el primer proveedor de empleo industrial del país. Y las perspectivas son prometedoras, según Anass el Ansari, presidente de Amith.
 
"El nearshoring es una realidad", confirma Meriem Bentires, directora de operaciones de Confetex Albo, que trabaja sobre todo con nombres franceses del lujo accesible. "Muchos clientes quieren aumentar su producción en zonas cercanas y no depender de los problemas de entrega. También hemos tenido un aplazamiento de la producción a raíz de la guerra en Ucrania y algunos actores están buscando una alternativa a Turquía, por temor a la inestabilidad política en el país. Pero a los compradores no les gusta tener que buscar nuevos proveedores. Y a menudo encuentran que Marruecos es más caro que Europa del Este. Así que tenemos que ser capaces de ofrecerles mejor calidad en la co-contratación y en el producto acabado".

La geopolítica internacional parece, pues, favorable al desarrollo de Marruecos. Sin embargo, tras un 2020 muy complicado, el país ha visto cómo su industria se recuperaba, pero se ha beneficiado sobre todo del impulso internacional en la producción de ropa. Entre 2020 y 2021, las exportaciones mundiales de ropa se dispararon un 22 %, según el Instituto francés de la moda (IFM). Utilizando datos de Eurostat, el instituto también señala que, mientras que las exportaciones de Marruecos a la UE-27 aumentaron más de un 18 % entre 2019 y 2022, alcanzando los 3000 millones de euros en exportaciones y superando a Túnez, al mismo tiempo países como Pakistán y Myanmar le han adelantado en la jerarquía de proveedores de la UE. Una cosa está clara en esta coyuntura: el país va a tener que equiparse para satisfacer una demanda diferente de la que solía atender.


Enfoques responsables para futuros diseñadores y patronistas



"Tenemos que ayudar a los subcontratistas a avanzar hacia la cocontratación y los productos acabados", afirmó Omar Sajid, vicepresidente de Amith.

"Se están desarrollando redes de formación. En la Academia de la Moda de Casablanca formamos a los futuros diseñadores y patronistas en enfoques responsables, excelencia en la industria de la moda y desarrollo del saber hacer local, para que podamos responder y proponer soluciones al servicio de la industria marroquí", añadió.


La mayoría de las marcas francesas, europeas e israelíes con las que nos reunimos buscaban socios capaces de gestionar volúmenes de algunos centenares de artículos. Para las jóvenes marcas europeas, abrirse a un nuevo país de aprovisionamiento es siempre un reto, pero la inflación de los precios de los materiales y de la producción ha acelerado para algunas la necesidad de encontrar nuevas zonas de producción. Para los fabricantes, responder a esta nueva demanda supone una forma diferente de trabajar.

"Hay que saber adaptarse", explicó Fernando Gregorio, director de las entidades Arios, MMC y Marlow.

"Nuestras tres entidades ofrecen soluciones diferentes para clientes que buscan distintos acabados y mano de obra. Creo que, en lo que respecta al impacto del carbono, la industria marroquí tiene una baza a su favor. Pero los clientes europeos siguen buscando mayor flexibilidad y versatilidad", expresó.


Sin embargo, aunque la guía de Amith para el salón especificaba las capacidades y niveles mínimos de producción de cada expositor, los fabricantes de ropa presentes, acostumbrados a grandes volúmenes de producción, lamentaron la falta de visitantes capaces de asumir grandes pedidos.

"Nos fue muy bien el año pasado, después de algunos años complicados por el Covid. Desde principios de año, hemos progresado mucho. Siempre estamos ahí para apoyar las iniciativas del sector, pero solo hemos tenido unos pocos contactos", admitió Stéphanie Savournin, directora comercial de Kiron, especialista en prendas de punto con sede en Casablanca, el segundo día del salón.


Al igual que otros actores europeos, grupos franceses como Kiabi, Beaumanoir y SMCP ya tienen sus propias oficinas en el país y no estuvieron necesariamente presentes en el MIM.


Fatima-Zohra Alaoui directora general de Amith - DR


En Amith, la ambición es reforzar la posición de Marruecos como socio de producción de los grupos europeos, que actualmente representan la mayor parte de la actividad.

"Tenemos nuevas oportunidades increíbles, como el mecanismo de ajuste del carbono en la frontera europea a partir de 2026. Podemos hacer de Marruecos una plataforma de aprovisionamiento sostenible, con un enfoque que vaya desde la creación hasta la puerta de la fábrica", afirmó Taha Ghazi, director de industrias textiles y del cuero del Ministerio de Industria marroquí.

"El aspecto ecológico y social es el principal reto. Avanzamos con la instalación de ecoparques para las unidades de producción y también tenemos como baza principal la producción de energía verde, con energía eólica y solar, lo que refuerza nuestra capacidad de organizar una industria textil descarbonizada".


Desde los años 80, los materiales se importan, por lo que los fabricantes no controlan el impacto del carbono en las fases previas a sus operaciones. Pero el país pretende cambiar esta situación.


Las fases previas son cruciales para la competitividad



"El eslabón más débil está aguas arriba. Marruecos importa insumos. La ambición de Amith es integrar la cadena de valor para aumentar el valor añadido y reducir la dependencia de las importaciones", detalló Fatima-Zohra Alaoui, la dinámica directora de la organización.

"Las fases iniciales son cruciales para la competitividad del sector. Tenemos la suerte de estar a 14 km al norte de Europa. Y la materia prima está a las puertas de Marruecos, al sur, con Benín y su producción de algodón. Tenemos que trabajar con los países socios para ascender en la cadena de valor. La concienciación no es nueva. Pero ahora tenemos una hoja de ruta clara, que permite la financiación privada y pública", indicó.


Este año, Marruecos formalizó una carta de inversiones con primas vinculadas a las cantidades invertidas en unidades de producción industrial, implantaciones en determinadas regiones o proyectos que impliquen la contratación de más de 150 empleados marroquíes. Según las autoridades, ya se ha aprobado un importante proyecto de un grupo español, y fabricantes de Portugal, China e Italia estuvieron presentes en Casablanca para debatir la posibilidad de implantar unidades de fabricación de prendas de vestir, así como actividades en la cadena aguas arriba.


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En este aspecto, el país pretende centrarse en varios puntos. Amith ha declarado que el objetivo es construir gradualmente una industria sostenible, y lo ha afirmado con el leitmotiv Dayem, que significa sostenible, y que es el nombre de su hoja de ruta puesta en marcha a finales de 2021.

"Nuestro objetivo es atraer inversiones en fases previas, y el sector bancario también está preparado para ello. Un grupo español ha firmado un proyecto de 696 millones de dirhams para generar 5000 empleos y crear una planta de circularidad y tratamiento de residuos en Tánger. Marruecos tiene fama de reabastecerse rápidamente. Integrando el sector aguas arriba, el proceso podría ser aún más rápido, lo que permitiría multiplicar el valor añadido aportado por nuestra industria. Pero la industria aguas arriba requiere mayores inversiones que la industria de la confección. Hay 5 o 6 etapas entre el hilo y la prenda. No tiene sentido tener una hilandería sin tejer. Así que nuestro objetivo es ascender en la cadena con el tendido, la serigrafía y el estampado. Construir esta cadena lleva tiempo. Nos hemos tomado el tiempo necesario para sentar las bases. Luego tardaremos de 3 a 5 años en acelerar", sostuvo.


Otro activo potencial que el país pretende desarrollar es el cáñamo industrial. El Gobierno marroquí ha autorizado el cultivo de esta planta, que debería prosperar en el clima local. "Esto se inscribe en un contexto climático mundial y marroquí", subrayó Fatima-Zohra Alaoui.

"Más de tres cuartas partes de los textiles del mundo proceden del petróleo, y todo el mundo sabe que esto no es sostenible. Tendremos que volver a las fibras naturales. Estamos convencidos de que el cáñamo es la fibra del futuro, ya que necesita ocho veces menos agua que el algodón. Y Marruecos está muy bien posicionado", señaló.


Sin embargo, esta transformación exigirá inversiones, tanto para desarrollar el cultivo del cáñamo como para poner en marcha una industria textil previa. Si bien algunos actores marroquíes podrán realizar inversiones, el reino también deberá conseguir convencer y atraer a industriales internacionales para que aporten fondos y conocimientos técnicos. Porque si bien la oportunidad existe, también puede ser limitada. Asia sigue siendo el primer proveedor de Europa, con un 75 % de los pedidos. La región mediterránea, con Turquía, Marruecos y Túnez, solo consigue captar el 17 % de la demanda de las marcas y directivos de la UE. Y eso a pesar de las ventajas de la proximidad. Y no es seguro que las empresas europeas opten por la responsabilidad y la proximidad. En Asia, los fabricantes se organizan para mantener sus posiciones.

Bangladesh ha invertido mucho en la creación de una veintena de nuevas fábricas de denim, según los especialistas del sector que están siendo testigos del auge del país. En China, para atraer de nuevo a los comitentes europeos, según varios agentes del sector con los que nos reunimos en Casablanca, las fábricas están rebajando los pedidos mínimos y se muestran muy flexibles en cuanto a los precios.

En un momento en que las marcas y los distribuidores quieren proteger sus márgenes, estos argumentos podrían frenar las ambiciones de producción euromediterránea.

 

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