
Anaïs Lerévérend
5 feb. 2018
Copenhague aumenta el alcance de sus eventos de moda

Anaïs Lerévérend
5 feb. 2018
La Fashion Week de Copenhague ha llegado a su fin este 2 de febrero con el cierre de los salones tras el último desfile de la víspera. Una edición que ha tenido como objetivo hacer un hueco a la capital danesa en la esfera de la moda internacional, entre desfiles de firmas escandinavas seguidas por influencers y prensa local y, sobre todo, salones, cuya oferta ha sobrepasado con creces la región.

La talla humana y el cálido ambiente que reina en el microcosmos de la moda de Copenhague han permitido la conexión de diferentes eventos. La Fashion Week de Copenhague, en relación a los creadores, está directamente ligada a la actividad de los salones. Así, varios desfiles se llevan a cabo directamente en el espacio CIFF, y algunos de los diseñadores que desfilan fuera del espacio del salón, presentan sus colecciones durante los mismos, apoyándose en las herramientas comerciales con las que cuenta. Los desfiles de la Fashion Week atraen a un cierto número de prensa internacional, pero sobre es un imán para las influencers danesas y escandinavas en general.

Con una treintena de desfiles y presentaciones, además de firmas como By Malene Birger, la Fashion Week tiene como objetivo sacar a la luz los nuevos talentos escandinavos. Algunos de los cuales ya son conocidos a nivel internacional pero están fuertemente conectados a Copenhague, como es el caso de la firma Astrid Andersen, que presentó su colección femenina este 1 de febrero. Tras haber presentado su colección de hombre y mujer durante la cita de la moda parisina de enero, la creadora ha dado en más visibilidad a su colección femenina de otoño-invierno 2018 en Copenhague. Su estilo streetwear de lujo combina las materias refinadas para un temperamento aventurero.
Con un estilo diferente pero también remarcable, fue la propuesta del día anterior de Cécile Bahnsen, quien fundó su propia firma en 2015. Un soplo de ligereza y romanticismo en figuras voluminosas sin pesadez en una paleta de colores entre el rosa claro, caqui, blanco y negro. En cuanto a las texturas, predomina la delicadeza entre el romanticismo y la técnica.

La mayor parte de las firmas presentes, a parte de algunas más internacionales, entre las que se pudo encontrar ciertas masculinas como Uniforms for the Delicated, la mayor parte eran marcas jóvenes que ven Copenhague como su trampolín en el sector. Asimismo, también se pudo contar con la presencia de estudiantes, como los patrocinados por Kopenhagen Fur, quien organizó una competición para los estudiantes con 23 finalistas con la piel como tema. El ganador fue el estudiante de Westminster, de origen chino, Shangquian Xu. La moda danesa está claramente enfocada en atraer nuevo talento y ampliar sus fronteras gracias a nuevos embajadores, su experiencia con la piel o simplemente con su creatividad.
El otro punto fuerte de Copenhague ha sido sus salones BtoB moda Revolver y CIFF. La ciudad puede estar orgullosa de su dinamismo y del considerable lugar que ocupa entre los salones europeos. La asistencia ha sido remarcable, con un público llegado de Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia, pero también de Reino Unido, Bélgica, Rusia y Suiza.
El caluroso ambiente del evento propicia los nuevos contactos, algo más numerosos que los pedido reales, pero con expositores satisfechos del beneficio obtenido con su presencia, que revela una marcada “proyección” de los salones y un innegable impacto en términos de viabilidad.
Ambos eventos, Revolver y CIFF, se han convertido en puntos de encuentro, el primero con una cartera de marcas premium y el segundo con una oferta algo más amplia, para las marcas clave del mercado y compradores locales, denim, especialistas de masculinos, del calzado, de las tendencias urbanas y de firmas femeninas que Dinamarca exporta a toda Europa. El salón CIFF, seguro de su éxito, ha decidido exportar su modelo y prepara su llegada a París para el próximo mes de junio, como ya hiciera Revolver en Milán con el salón White.
La noticia ha suscitado ciertas dudas entre los expositores, que se preguntan “por qué lanzarse a la aventura a París cuando el negocio es tan bueno aquí, es aquí donde hay que quedarse…” comenta una responsable. Se trata, claramente, de proyección internacional, sobre todo para la temporada de verano. Aunque la edición que acaba de tener lugar está muy bien posicionada, la siguiente, organizada a mediados de agosto, tiene más problemas para seducir a los compradores internacionales. La intención es, en este caso, ir directamente al encuentro de estos saliendo de Copenhague.
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