Valladolid, 26 mar (EFE).- Los beneficios que para la salud tiene el consumo moderado de vino se extienden ahora, de la mano de un grupo bodeguero vallisoletano implantado en cuatro Denominaciones de Origen, a los cosméticos de calidad, con el efecto antioxidante de los polifenoles de la uva como arma para combatir el envejecimiento.

Cuatro años de investigación, con la colaboración de los departamentos de nutrición y bioquímica de la Facultad de Medicina de Valladolid permitirán al Grupo Matarromera sacar al mercado a final de año una línea de cosméticos de gama alta compuesta por trece productos, con una producción de unas 10.000 unidades de cada uno, según explica a EFE el Director del departamento de I+D+I, Alberto Guadarrama.

El secreto se halla escondido en la piel de la uva, la tinta en este caso, que antes de la fermentación se denomina hollejo y después orujo, y de donde, tras su destilación, centrifugado, evaporación y secado, se obtiene un compuesto en polvo o en líquido, en la única planta de extracción de polifenoles que existe en España, refiere el también enólogo jefe de Emina, bodega del grupo.

Para obtener un kilo de ese extracto natural concentrado seco de polifenoles, que el grupo ha patentado como "eminol", se requieren 1.462 kilos de uva tinta, que además de enriquecer los cosméticos al uso se utilizará en cosméticos orales, con efectos antienvejecimiento y protectores.

La calidad de los polifenoles de los vinos de las denominaciones de origen Toro, Cigales, Rueda y Ribera del Duero, afamados por el color y estructura en boca de sus caldos, es un "privilegio" y un "rasgo diferenciador" para los cosméticos de este grupo, arguye Guadarrama, que se comercializarán bajo la firma ESDOR -en referencia a la esencia del orujo de la uva- entre profesionales de la belleza y grandes almacenes.

Estos compuestos polifenólicos tienen propiedades anticancerígenas, aniinflamatorias y antibacterianas pero también, observa Guadarrama, la de ser antioxidantes e inhibir la producción de radicales libres, de forma que aplicada como cosmético, en presencia del oxígeno se oxida la crema y no la piel.

El grupo, que trabaja con una empresa especializada en cosmética a la hora de hacer la fórmula magistral, tiene experiencia en este campo con las cremas Emina, comercializadas a través de internet y en la bodega desde 2006, aunque la nueva línea es de gama alta, más eficaz y con una mejora de la capacidad antioxidante, lo que deja la piel más tersa y elástica y combate las primeras arrugas, según refiere la responsable del área de polifenoles, Marisa Sanz.

Seis bodegas de las denominaciones de origen Ribera del Duero, Cigales, Toro y Rueda forman parte del grupo y proveen de los extractos naturales que luego se estandarizan en Abro Biotec, la firma de la marca encargada de la investigación, a la que anualmente dedican entre tres y cuatro millones de euros, el 30 por ciento de su facturación.

"En época de crisis hay que diversificar productos y diferenciarse", observa Guadarrama, o de lo contrario "lo pasas mal", por lo que además del mercado del vino esta firma se ha embarcado en el de la cosmética, farmacia y el nutricional que darían para otras tantas historias.

Casi un centenar de artículos científicos avalan las propiedades de los polifenoles. "No hemos entrado en la cosmética así como así", precisa el responsable de I+D+I, quien observa la diferencia con "resto de competidores" que utilizan "productos sintetizados", con polifenoles "no extraídos naturalmente".

En investigación trabajan tres doctores en químicas, dos licenciados en esa rama, un ingeniero técnico superior, otro en tecnología de los alimentos, además de los doce enólogos del grupo, aunque cuentan con la colaboración de los catadores que ponen en este caso su capacidad sensorial al servicio de la textura y olor de los productos, lo que ha permitido una gran mejora.

María Rosado