Courrèges anuncia una nueva era un poco sombría

Courrèges ha vuelto el miércoles a las pasarelas parisinas de forma no muy convincente. La marca que acaba de ser comprada por Kering mediante la compañía Artémis ha dejado atrás el pasado. Con su nueva directora artística, la alemana Yolanda Zobel, la nueva consigna es centrarse en el presente. Dejando el futurismo con materiales como el plástico y el vinilo, para dar lugar a una moda ecosostenible.

Para presentar su primera colección masculina y femenina, la diseñadora alemana reunió al público en una tienda histórica de la casa, en la calle François-1er en París, donde los modelos desfilaban por el comercio y por la calle en medio de los espectadores que estaban de pie.

Pequeños vestidos, mini cazadoras, faldas, camisetas, bermudas, shorts y gabardinas completaron un armario de tonos pastel. Las mujeres portaban capuchas o pequeños sombreros cuadrados, grandes botas y medias que tenían estampado el logo de la marca.

Los tops ajustados y transparentes estaban llenos de flores, mientras que sobre una túnica corta había lentejuelas plateadas que dibujaban una espiral y un ojo. Pantalones flojos de nylon abotonados en los lados con prendas de jogging completaron este vestuario.

Para recuperar el estilo elegante y fresco de Courrèges, será mejor irse a la pop-up store adyacente, inaugurada el martes, cuando la marca decretó “el fin del plástico”. Ahí se venden las últimas existencias de vinilo con el que se crearon las famosas cazadoras cortas o las mini faldas trapecio que tanto éxito le dieron a Courrèges. La tienda siempre está llena.

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