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Rocío ALONSO LOPEZ
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4 nov. 2022
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Decathlon se inicia en la producción local con Forclaz

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
4 nov. 2022

Decathlon ha acostumbrado a los observadores del deporte y la distribución a moverse por los márgenes. El gigante francés, uno de los principales actores en el diseño y la venta de material deportivo, ha desarrollado su experiencia en la investigación y el desarrollo de conceptos y productos, con el prisma de hacer que el deporte sea asequible y divertido para la mayoría. Pero esta capacidad de dejar que las ideas germinen y ponerlas a prueba a veces toma caminos inesperados.


Forclaz


Decathlon está probando su capacidad para reducir la huella de carbono en la producción de sus productos. Su marca de senderismo con sede en Sallanches, Forclaz, ha sido la impulsora de este proyecto con la creación de las colecciones cápsula Minimal Editions.

"Un concepto ambicioso que se basa en dos proyectos exploratorios lanzados simultáneamente: Minimal Editions - Undyed y Minimal Editions - Local", explica la marca en su presentación.

"Centrados en diferentes tipologías de productos (equipamiento de vivac por un lado, textiles de viaje por otro) y temáticas (tinte y ciclo de vida), se centran en el mismo objetivo: reducir el impacto medioambiental", añade.

Los proyectos se iniciaron hace más de dos años y la primera cápsula, con productos sin teñir, se comercializó antes del verano, con un saco de dormir, una tienda de campaña y un colchón, diseñados en poliamida reciclada y, por tanto, sin tinte.

Tras el equipamiento de este verano, Forclaz comercializa este otoño su ropa Minimal Editions para los aficionados al senderismo, con un enfoque de producción local que es nuevo para la marca y el grupo. El ecodiseño es clave en estos proyectos.

"En Forclaz, sabemos que el textil representa el 60 % de nuestras emisiones de CO2. Por eso hemos concentrado nuestros esfuerzos en este aspecto. Tuvimos que explorar diferentes sectores industriales en Francia y Europa: desde la fabricación de la materia prima, hasta el montaje del producto, pasando por el tejido y el corte".

Delphine Dupré, ingeniera de producto y responsable de Minimal Editions: "Hemos aprendido mucho en estos dos años. Hemos reinventado totalmente la forma de diseñar nuestros productos, replanteado nuestros métodos de trabajo y procesos industriales, creando sólidas asociaciones para producir de forma local. ¡Y hemos visto que es posible!".



Forclaz


Al final, la marca presentó cuatro productos: un jersey, una parka, un pantalón y una bolsa de lona. Todos están diseñados en color burdeos y caqui para ser "coherentes con las demás gamas de la marca", pero sobre todo para adaptarse al mayor número de situaciones y prácticas posibles. Con su ambición de ofrecer productos con el menor impacto de carbono, el equipo de Forclaz tiene que revisar sus áreas de abastecimiento, tanto para el material como para la confección. La empresa trabaja con siete empresas europeas, entre ellas Les Tissages de Charlieu, Concordia Textile y Tessile Fiorentina para sus materiales, pero también Toptex, Tekyn, L'atelier d'Ariane y Barata Garcia fabrican sus productos en suelo europeo.

Así, Forclaz ofrece su sudadera a 80 euros, su pantalón a 90 euros, su parka a 250 euros y su bolsa de lona a 100 euros. Se trata de productos técnicos en los que, según la marca, las emisiones se reducen hasta un 80 % en el caso de los pantalones en comparación con un producto clásico. Los precios son necesariamente más altos. La parka más cara de Forclaz, que es un producto tres en uno, cuesta 220 euros, sus pantalones rondan los 40 euros, y la sudadera y la bolsa de lona no tienen un equivalente en la oferta de Forclaz.

Cabe destacar que estos productos se han producido en pequeñas series: solo se han vendido 3050 piezas desde el 27 de octubre en las webs francesa, alemana y suiza de Decathlon. Algunos artículos también están disponibles en cuatro tiendas: Ginebra (Suiza), Annemasse (Alta Saboya), Mérignac (Burdeos) y La Madeleine (París). En los próximos meses se añadirán a la gama una camiseta técnica y una colección femenina.

Por lo tanto, de momento la iniciativa está restringida y es declarada como tal para minimizar el impacto. ¿Utilizará el grupo esta experiencia para desarrollar la capacidad de respuesta local en productos de valor añadido con bajo impacto medioambiental? Dado que el gigante de la distribución fue criticado el pasado mes de septiembre por la autoridad holandesa de la competencia (ACM) por utilizar la etiqueta de Ecodiseño en productos cuyo beneficio eco-responsable no era evidente, parece tener todo el interés en transformar el convincente ensayo de Forclaz. Para la marca, la ambición es utilizar la experiencia para infundir estas prácticas de producción en toda la gama para el mercado francés, pero también para desarrollar este concepto con redes de socios en diferentes regiones del mundo. ¿Y por qué no extender este enfoque a otras marcas de Decathlon? En un grupo que el año pasado alcanzó una facturación de 13 800 millones de euros, el impacto sería importante.
 

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