Por
Europa Press
Europa Press
Publicado el
20 jun. 2011
20 jun. 2011
Dispuestas a venderlo todo para producir su primera colección
Por
Europa Press
Europa Press
Publicado el
20 jun. 2011
20 jun. 2011
MADRID, 16 junio - Paz Guillén y Amaia Goicoechea comparten piso, clase y una ilusión: convertirse en diseñadoras de moda. Producir su primera línea de ropa tiene un coste muy elevado para dos estudiantes sin ingresos. En concreto, unos 3.000 euros. Pero renunciar a su sueño no entra en los planes de las chicas.
|
¿La solución? Poner a la venta todos los muebles de su casa en Internet sin gastarse ni un euro a través de eBay Anuncios, portal gratuito de anuncios clasificados del grupo eBay.
Sin un euro en los bolsillos y con el objetivo de conseguir financiación, Paz y Amaia han decido poner a la venta 30 artículos en eBay anuncios.
Gracias al gran número de usuarios que conocen y utilizan el portal, las chicas esperan que sus anuncios sean más visibles y se vendan rápidamente.
Paz y Amaia son unas 'Social Sellers' o vendedores sociales, personas que utilizan los anuncios clasificados para deshacerse de las cosas que ya no quieren y así ganar un dinerillo extra.
Se trata de una tendencia cada día más extendida en nuestro país que consiste en comprar y vender objetos a otro particular a través de Internet y otros medios tradicionales, en 2010 lo practicaron un 67% de los españoles. Es un negocio tan provechoso que a nivel internacional, el 20 % de esta generación de vendedores sociales ha generado más de 100 millones de euros vendiendo sus cosas a otros particulares.
Todo por cumplir su sueño, hasta vender la cama si es necesario. El objetivo es claro: tener una colección para poder presentarla a concursos y desfiles de moda. Desde el domingo pasado, se pueden encontrar en la página de anuncios clasificados desde las camas hasta las estanterías de las chicas, pasando por la mini cadena, la televisión y una nevera-congelador.
Uno de los objetos que más le ha costado poner a la venta a Paz es su portátil, un regalo que le hicieron sus padres estas Navidades para que optimizara su horas de estudio. "No era un capricho, trabajar con el portátil me ahorraba mucho tiempo pero si vendo el ordenador de mesa no voy a sacar tanto dinero como con el portátil" comenta. Paz y Amaia solo le han puesto un límite a su causa: sus máquinas de coser no están a la venta.
Copyright © 2024 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de esta web sin su previo y expreso consentimiento.