Domingo Zapata transforma su desfile junto a la firma de joyas Isabel Guarch en una instalación artística

Las pinturas de Domingo Zapata, la alta joyería de Isabel Guarch, el reguetón de Nicky Jam y el flamenco de Isaac de los Reyes convirtieron hoy un desfile de la Semana de la Moda de Nueva York en una ecléctica instalación artística.

El artista español presentó en la Gran Manzana una colección colaborativa con la joyera Isabel Guarch llamada "Happy Heart", con piezas que replican los corazones característicos de su obra y cuya asimetría, explicó, representa la "perfección imperfecta".

"Lo importante es poder crear, y si te dan la oportunidad de hacer cosas, hacerlas y compartirlas con los demás", explicó el pintor a Efe sobre el espectáculo Live/Vive, una "caja de sorpresas" con la que ha vuelto a acercarse a la moda.

Publicidad

Una sinagoga neogótica del siglo XIX, la más antigua de Manhattan, acogió la pasarela, que comenzó con una sentida actuación del bailaor Isaac de los Reyes y con la voz del actor Carlos Mollà narrando en inglés un poema de Federico García Lorca.

De los Reyes taconeó mientras desfilaban modelos ataviadas con túnicas a modo de lienzo, con el cabello recogido en una coleta baja y que lucían colgantes, pendientes y anillos en oro blanco con rubíes y diamantes negros de la colección Happy Heart.

"Lo que nos inspira es nuestra isla, Mallorca, y lo que hemos vivido allí", explicó a Efe la también española Isabel Guarch, que encabeza una firma de joyería con medio siglo de historia y debutó hoy en la New York Fashion Week.

Las maniquíes, que calzaron botas punk de la marca Steve Madden pintadas por Zapata, llevaron también joyas de otras colecciones de Guarch, una de inspiración mediterránea y otra "moderna y puntera", según señaló.

La velada contenía las sorpresas que anticipó Zapata, entre ellas una actuación del cantante estadounidense de origen puertorriqueño y dominicano Nicky Jam, que hizo de la pasarela su escenario y puso banda sonora a una "performance" artística.

Al ritmo de los éxitos 'X', 'Hasta el amanecer' y 'El amante', Zapata pintó corazones de colores sobre unas modelos que vestían monos en tonos neutros y portaban colgantes en oro o plata con ramilletes de corales, o brazaletes en forma de estrellas de mar.

Las maniquíes llevaban la cabeza tapada con bolsas de papel a modo de máscara y pintadas con los motivos pop del español, quien quiso "mandar un mensaje social de igualdad de género" con esa instalación.

"La vida es muy corta, hay que ser quien tú quieres ser y no perder el tiempo, porque se nos va la vida", subrayó el pintor, que apuesta por "ser uno mismo" por encima de "represiones".

No es la primera vez que Zapata, residente en Nueva York y comparado con Andy Warhol, participa en el mundo de la moda, y la semana que viene volverá a hacerlo al diseñar la pasarela de la española Ágatha Ruiz de la Prada, para quien además ha pintado dos trajes.

El mallorquín de 43 años ha colaborado también este año con el cantante Alejandro Sanz, en una serie de cuadros, y con el papa, junto al que pintó un lienzo con objetivos benéficos que luego se proyectó en las pantallas de Times Square, y que atesora como uno de los momentos más "bonitos" de su carrera.

Desde entonces, aseguró, se le ha "abierto la puerta" del ámbito social, donde busca involucrarse "mucho más" y llevar la "pancarta de la lucha por el arte en la educación" con un discurso en Naciones Unidas en próximo diciembre.

"Como artista, mi obligación es compartir con el mundo lo que le habla a mi corazón y lo que a mi me mueve, e intentar trasmitirlo a los demás", desgranó el pintor, antes del desfile, sobre su motivación.