MADRID, 4 (EUROPA PRESS)-La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado los niveles de ruido excesivos en los centros comerciales, especialmente el de Plenilunio madrileños.

La OCU ha visitado ocho centros comerciales, cinco en Madrid (Parque Sur, Xanadú, La Vaguada, Tres Aguas y Plenilunio) y tres en Barcelona (Glòries, Gran Vía 2 y Diagonal Mar), en horario de máxima afluencia, para medir sus niveles de ruido.

La primera conclusión del estudio es que, a excepción de un centro -Glòries-, el nivel medio de ruido superaba las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según la Organización, de media, el centro comercial más ruidoso es Plenilunio, con 74 delibelios (valores medios recogidos durante una visita estándar de 3 horas recorriendo todas las zonas representativas). Por su parte, en el centro comercial Gran Vía 2 de Hospitalet de Llobregat se midió el máximo nivel de ruido del estudio, con 88 decibelios, "tanto como en una discoteca", señala el estudio. El centro menos ruidoso fue Glories, con 69 decibelios de media.

La OCU ha detectado que los espacios más ruidosos son las zonas de ocio y recreativas, en donde se concentran habitualmente menores y jóvenes. "Y aunque la zona del comercio textil no registra valores muy altos, en algunas tiendas orientadas a ese público juvenil la música estaba a un volumen similar al de un bar de copas. Por el lado contrario, las zonas menos ruidosas fueron las de alimentación", ha indicado.

LAS CONSECUENCIAS DEL RUIDO

La Organización de Consumidores y Usuarios ha destacado que más del 25 por ciento de los europeos están expuestos a niveles excesivos de ruido. Esta situación provoca alteraciones del sueño, enfermedades cardiovasculares, estrés y ansiedad, entre otras. Sin embargo, no existen límites legales de exposición ni para centros comerciales ni para ambientes interiores. Tan solo unos valores máximos recomendados por la OMS, que se sitúan en 70 decibelios para zonas comerciales.

La OCU propone estudiar bien las dimensiones de las zonas de acceso, evitar cúpulas o grandes volúmenes y utilizar materiales con mayor absorción acústica para evitar la reverberación. Por otra parte, aseguran que si las zonas de ocio se cierran, se evitaría la propagación al resto de espacios.

Además, para evitar el excesivo ruido de estas zonas, la Organización propone que se aíslen las máquinas recreativas muy ruidosas en recintos insonorizados, que se baje el volumen de las máquinas de videojuegos y se reduzca el nivel del hilo musical.

La OCU ha dado traslado de los resultados de su estudio a las distintas administraciones con competencia en la materia, los ayuntamientos donde están ubicados los centros comerciales y los Ministerios de Sanidad y Política Social y el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural, con el objetivo de que se establezcan límites sonoros en interiores y se controle su cumplimiento.