El hombre de Alexander McQueen se adentra en el escapismo de William Blake

Por:

Triana Alonso

Publicado el
21 jul. 2021

Las pinceladas de fantasía y los degradados de color se apoderan de la última colección masculina de Alexander McQueen, de cara a la próxima temporada de primavera-verano 2022. Prendas envueltas de un halo fantástico y simbólico que rinden homenaje y celebran la obra del poeta, pintor y grabador británico William Blake, quien pasó a la historia del arte gracias a su rico universo y profunda versatilidad, reconocido como "artista total".

Así, el equipo liderado por la directora creativa Sarah Burton despliega un viaje hacia la imaginación del artista nacido en Londres en 1757 en su última propuesta, presentada este 21 de julio. "Dibujando sobre el concepto de imaginación como pura forma de escapismo, se centra en la ligereza, el aire y el agua; en la belleza que emerge de la oscuridad", detalla la marca brevemente sobre la inspiración de la colección en la escueta nota que acompaña al lookbook de sus últimos diseños.

Fotografiada por Paolo Roversi, la colección abre con un diseño sobrio y fiel al tailoring característico de la marca británica: un dos piezas de lana negra, revisitado a través de la aplicación de cremalleras plateadas que rodean la chaqueta y definen los laterales del pantalón. Una silueta, también reinterpretada en la colección con un traje de lana rosa y cremalleras a ambos lados de la chaqueta, y que deja paso a una camiseta de algodón blanca, entallada y sin mangas, cuyo pecho se recubre de una ilustración fantástica de William Blake, en estricto bordado negro.

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Las influencias del pintor romántico y apasionado de la mitología también se reflejan en un abrigo largo de jacquard y en tono marfil que hace las veces de lienzo para recrear el Dante de William Blake; un estampado que regresa en diversos modelos de pantalones y chaquetas de traje con trazos oníricos, así como en un memorable vestido largo de cuerpo bordado y amplia falda de tul y organza, en la que se degradan y difuminan diversas tonalidades de azul, proponiendo una masculinidad alternativa a la sastrería y con guiños a la herencia punk de la firma propiedad del grupo de lujo Kering.

Completan la propuesta un elegante tuxedo negro, en el que la chaqueta cambia las mangas por una construcción estructurada y asimétrica de volantes que crean un efecto "peplum". Un estilo que se recupera en una camisa blanca de popelina, también con pinceladas de Dante, y ligeras ondas que la cruzan en diagonal; así como en un imponente abrigo negro de doble abotonadura y volantes de seda superpuestos.

Por su parte, el calzado apuesta por clásicas botas de corte "slim", mocasines negros o sneakers de piel en color blanco, que contrarrestan la exuberancia del vestido central de la colección. En el plano de los complementos, las joyas perfilan el toque "glam-rock" con cadenas y colgantes fantásticos de plata; así como anillos dobles o pendientes de aro gruesos. Referencias alternativas y subversivas que no quedan lejos de la última campaña de marketing de guerrilla de la marca, que la semana pasada se apropió de las calles y transportes de las principales capitales de la moda en forma de graffitis firmados "McQueen". ¿El objetivo? Dar a conocer su última colección cápsula.