El Museo Balenciaga se abre a la moda en papel

San Sebastián - El Museo Balenciaga de Getaria inauguró el pasado viernes una exposición de diseños de papel, creaciones que modistos vascos han presentado al Concurso de Vestidos de Papel de Güeñes (Vizcaya) en los últimos ocho años y que ahora se podrán ver en la localidad guipuzcoana hasta el 30 de marzo.

Javier Barroeta, Mercedes de Miguel, Alicia Rueda, Ion Fiz, Alberto Sinpatron, María Clé, Antonio Alvarado y Roger Blomkvist son los diseñadores que firman los modelos expuestos, a los que se suman los de las ganadoras del certamen en 2013, Maite Trueba y Sara Barrenetxea.

Están confeccionados siguiendo fielmente las premisas del concurso, es decir, utilizando solo papel y cosidos únicamente a mano o a máquina, sin grapas o pegamentos, aunque sí tratados con otros materiales como pintura.

Eso es lo que hizo, por ejemplo, la burgalesa Mercedes de Miguel, vasca de adopción, que presenta dos modelos realizados expresamente para esta exposición a base de tiras de papel pintadas en negro y marrón para darles apariencia de cuero.

María Clé, nombre de la firma tras la que se encuentra esta diseñadora y su compañera Patricia Blázquez, son las autoras del vestido más antiguo, una creación íntegramente en papel de seda blanco, que se presentó en Güeñes en 2006.

Ese fue el año en el que el concurso de la localidad vizcaína, creado en 1958 y vinculado a la industria papelera de la zona, comenzó a disfrutar de una segunda vida, tras varias ediciones en las que había ido cayendo de forma "bastante notoria" la participación.

Lo explicaba hoy el alcalde de Güeñes, Koldo Artaraz, que ha presentado la muestra junto a la diputada guipuzcoana de Cultura, Ikerne Badiola, y la teniente de alcalde de Getaria, Amaia Iribar.

Artaraz ha señalado que en 2005 se decidió convertir el concurso en internacional e invitar a un modisto consagrado a participar como miembro del jurado en cada edición y a que además confeccionara un modelo en papel.

El coordinador de la exposición, Claudio Olea, ha explicado que intentan mantener los modelos en las mejores condiciones de humedad y luz, pero saben que "tarde o temprano" de deteriorarán.

"Hay que disfrutar el instante. Es un concepto muy zen, ver las huellas del paso del tiempo", ha destacado.

Precisamente es la pieza de María Clé, por su edad y por lo delicado del papel, la que más ha sufrido ese transcurrir de los años, algo que apenas se aprecia en el resto de modelos, algunos de ellos de especial colorido, como el vestido de noche "Sin fronteras" de Javier Barroeta, realizado en papel acuarelado con escenas de Bilbao, Tokio, París, Moscú y Las Encartaciones.