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1 mar. 2010
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El negro colorea una pasarela de Milán donde Armani pone el toque futurista

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EFE
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1 mar. 2010

Roma, 26 feb (EFE).- La sobriedad y la elegancia de los tonos negros fueron los protagonistas de las colecciones presentadas en la tercera jornada de la moda de Milán, donde Emporio Armani apostó por cortes geométricos y complementos futuristas para vestir a la mujer de la próxima temporada otoño-invierno.




El diseñador italiano Giorgio Armani no renunció a su color fetiche en la colección para la temporada otoño-invierno 2010-2011, en la que rinde homenaje a las piernas de la mujer con vestidos y faldas por encima de la rodilla.

Durante el día, los pantalones anchos de talle alto en tonos siempre oscuros van acompañados de chaquetas que no restan un ápice de feminidad a una mujer madura que rejuvenece al caer la noche.

La arquitectura contagia la propuesta del modisto italiano, que confiere elegancia al cuerpo femenino a través del corte de sus prendas, con el que dibuja líneas futuristas que van acompañadas de lentejuelas negras de todas las formas posibles.

Armani ilumina un cuerpo coloreado en escala de grises con vestidos y blusas de tonos naranja, que parecen una versión evolucionada de la camiseta y que confieren un aire de comodidad a una mujer siempre elegante.

También la casa italiana Gianfranco Ferré presentó el 26 de febrero sus creaciones en Milán, volviendo a la simplicidad a través de prendas prácticas que no renuncian a la sofisticación.

Los directores creativos de la firma, Tommaso Aquilano y Ruggero Rimondi, mostraron una propuesta basada en los colores blanco, negro y camel y confeccionada en tejidos preciosos para vestir a una mujer sencilla que sólo se permite caprichos al llegar la noche, donde el dorado pone la nota de color.

El plisado en faldas y vestidos y las maxi-hombreras en las chaquetas completan la galería de recursos desplegados por la firma, en una vuelta a sus orígenes tras varias colecciones mucho más experimentales.

Combinando también sobriedad y elegancia, la diseñadora italiana Alberta Ferretti recurrió a tejidos como la seda y el "chiffon" para vestir a una mujer que integra a la perfección las transparencias con los cristales de la firma Swarowski y que no necesita recurrir a colores estridentes para llenarse de glamour.

El negro, el blanco y el dorado de los vestidos de noche son también los protagonistas durante el día en abrigos que acaban en la rodilla, con bordes de piel.

Los hermanos canadienses Dean y Dan Caten, responsables de Dsquared2, fueron los encargados de romper con la sobriedad de una jornada en la que también desfiló la firma Versace.

Los gemelos Caten convirtieron la pasarela milanesa en una discoteca en la que la "mujer fatal" que proponen saca a relucir su faceta más agresiva, ataviada con minivestidos de tubo y escotes "bustier" en tonos rojos y negros.

Por su parte, Blumarine, de la estilista italiana Anna Molinari, encontró en el negro su mejor aliado, que, en el caso de su propuesta se traslada al continente africano con estampados de cebra tanto en las prendas como en los complementos y en faldas ligeramente por encima de la rodilla acabadas en flecos.

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