Por
AFP
Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
29 sept. 2021
Tiempo de lectura
3 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

El prolongado confinamiento en Vietnam debilita a los gigantes de la moda

Por
AFP
Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
29 sept. 2021

Calzado deportivo, sudaderas, pantalones de chándal: el estricto y prolongado confinamiento de Vietnam debido al coronavirus ha provocado escasez de productos de marcas internacionales como Nike y Gap, que se han vuelto cada vez más dependientes de los fabricantes de este país del sudeste asiático.


Una empleada de la fábrica de ropa Maxsport de Hanói, el 21 de septiembre de 2021. - / AFP


En su fábrica de telas al este de Hanói, Claudia Anselmi, directora de Hung Yen Knitting & Dyeing, un subcontratista de varios gigantes de la confección europeos y estadounidenses, se pregunta todos los días si las máquinas tendrán que detenerse.

Cuando la última ola de Covid-19 llegó al país en primavera, la producción cayó un 50 % y la italiana se enfrenta a problemas de suministro.

“Las restricciones de viaje han puesto en peligro toda la logística de entrada y salida... esto ha creado retrasos prolongados en el transporte de hilo utilizado en trajes de baño y ropa deportiva para clientes como Nike, Adidas y Gap”, dijo a la AFP.

"Solo sobrevivimos si tenemos stock", resaltó.

A eso hay que sumarle las medidas de confinamiento estrictamente controladas que impiden que muchos vietnamitas vayan al trabajo o se muevan durante largos períodos de tiempo.


Varios transportistas en el delta del Mekong tuvieron que esperar tres días y tres noches en su vehículo antes de entrar en Can Tho (sur), explicó Hamza Harti, responsable de la empresa de logística FM Logistic durante una mesa redonda en la Cámara de Comercio de Francia en Hanói. "Estaban sin comida, sin nada", detalló.

Acelerada por la guerra comercial entre Washington y Pekín, la reubicación de fábricas de China al sudeste asiático ha aumentado en los últimos años, particularmente en beneficio de Vietnam.


Riesgos de interrupción del suministro

Pero las medidas sanitarias exponen ahora a las multinacionales al riesgo de interrupción del suministro.

El fabricante de ropa deportiva Nike, que produce la mitad de sus zapatos en el país comunista, anunció desabastecimientos y revisó a la baja su pronóstico de ventas, diciendo que el 80 % de sus fábricas en el sur del país debían cerrar.

La japonesa Fast Retailing, propietaria de la marca Uniqlo, también ha culpado al confinamiento de Vietnam de los retrasos en la producción de su ropa. Adidas, por su parte, estimó que la caída de las ventas podría llegar hasta los 500 millones de euros a finales de año.

Varias marcas, como Nike y Adidas, han anunciado que planean producir temporalmente en otros lugares que no sean Vietnam.

En una carta al primer ministro Pham Minh Chinh, varias asociaciones empresariales de EE.UU., Europa, Corea del Sur y el sudeste asiático dieron la voz de alarma y advirtieron que el 20 % de sus miembros fabricantes ya habían abandonado el país.

"Una vez que la producción se ha desplazado, es difícil volver", sostuvieron.

Nguyen Thi Anh Tuyet, subdirectora general de Maxport Vietnam, cuyos 6000 empleados confeccionan ropa deportiva para empresas como Lululemon, Asics y Nike, señaló a la AFP que la empresa estaba "muy preocupada" de que sus clientes retiraran sus pedidos, a pesar de que esta es una de las pocas que ha pasado los últimos meses prácticamente ilesa.



Textil, café, automóviles

Sin clientes extranjeros, "nuestros trabajadores estarían desempleados", agregó.

La pandemia no solo ha afectado a la industria textil del país, sino que también amenaza al café, siendo Vietnam el mayor productor mundial de robusta.


Los fabricantes de automóviles tampoco han escapado: Toyota redujo la producción de septiembre y octubre, en parte debido al virus, y dijo a la AFP que "el impacto ha sido significativo en Vietnam", así como en Malasia.

La escasez se vio agravada por un aumento de la demanda en Occidente, después de un colapso en el apogeo de la crisis de Covid-19.

En su fábrica textil cerca de Hanói, Anselmi cree que las empresas se quedarán en Vietnam si el país logra volver a la normalidad en octubre: “Si podemos permitir que las fábricas funcionen, creo que la confianza (en Vietnam) sigue existiendo”.

Copyright © AFP. Todos los derechos reservados. La reedición o redifusión de los contenidos en esta pantalla está expresamente prohibida sin el consentimiento escrito de AFP.