El propietario de La Perla anuncia un refinanciamiento para el mes de mayo

Los problemas de La Perla, la histórica marca de ropa interior controlada por el holding Tennor, activa en el sector de la moda de lujo, vuelven a estar sobre la mesa en la región italiana de Emilia-Romaña. Las dificultades de la empresa preocupan a los gobernantes de la región, a pesar del anuncio del actual propietario de una nueva operación de financiación para el mes de mayo, que comenzaría en los próximos días.

El consejero regional de desarrollo económico y trabajo, Vincenzo Colla, se reunió por videoconferencia con los dirigentes de La Perla, incluidos el propietario Lars Windhorst y el director general Peter Shaefer, así como los responsables de la planta de Bolonia, para presentar una actualización sobre la situación actual. En el encuentro estuvieron presentes Sergio Lo Giudice, delegado de Trabajo de la Ciudad Metropolitana de Bolonia, así como representantes de las organizaciones sindicales regionales Filctem Cgil, Femca Cisl y Uiltec Uil y Rsu.

Lars Windhorst aseguró que en mayo se pondrá en marcha una importante operación de financiación. En particular, garantizó apoyo económico para la planta de Bolonia en los próximos días, a fin de permitir el reinicio de los trabajos. También prometió que habrá más fondos disponibles a fines de mayo para implementar un nuevo plan financiero.

Publicidad

Vincenzo Colla y Sergio Lo Giudice expresaron su preocupación por las dificultades que enfrenta La Perla, una importante marca conocida en todo el mundo y que forma parte de la historia de la moda italiana. Recordando también el valor social de la empresa, que emplea a muchas mujeres en la región, agradeció a los trabajadores y representantes sindicales por la gran responsabilidad mostrada hasta el momento.

La próxima reunión para tratar la situación tendrá lugar a principios de junio, con el fin de verificar la implementación de todos los compromisos adquiridos.

La Perla emplea actualmente a 330 personas en Italia, 220 de ellas en la planta productiva de Bolonia tras el acuerdo alcanzado en 2019 con el Ministerio de Trabajo, la región de Emilia-Romaña y los sindicatos, que preveía 126 despidos y se saldó con la salida de algunas de las mujeres que trabajan en la planta de Bolonia, así como la concesión de indemnizaciones por despido.