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29 nov. 2019
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Ellos dicen no al Black Friday

Publicado el
29 nov. 2019

No cuelgan carteles de agresivos descuentos ni pretenden multiplicar sus ventas a finales de noviembre. Probablemente no desatarán las compras masivas ni abrirán ningún telediario. Hay profesionales de la moda para los que el Black Friday no será más que otro viernes cualquiera. Y estarán orgullosos de que así sea. Hablamos con aquellos que dicen “no” a uno de los eventos comerciales que más ventas generan al año. ¿Por qué no participar en la fiesta del consumo?


La firma Amt. ha lanzado su propia alternativa al Black Friday - Instagram: Amt. / Nina Urgell


 
“La sostenibilidad es incompatible con el Black Friday. Es un día dedicado a comprar de manera compulsiva a base de descuentos súper elevados. Solo la cantidad de contaminación generada por el transporte de los envíos es inmensa", afirma Adrià Machado, el diseñador al frente de la firma de moda sostenible barcelonesa Amt. Su marca, de diseños atemporales y producción local, es un ejemplo de aquellas que han decidido quedarse al margen del Black Friday. Teniendo en cuenta que su carácter ético le obliga a proponer piezas de un posicionamiento de precio más elevado que provoca que el consumidor "se lo piense más y la compra sea más limitada", el creador analiza: "los clientes se sienten traicionados si apuestan por ti y, unas semanas después, les bajas radicalmente el precio".

Ante la dificultad de proponer descuentos, ideas innovadoras. "Hemos aprovechado este momento para volver a fotografiar el stock que nos queda de otras temporadas. Nosotros hacemos básicos que van a servir siempre", razona el diseñador, explicando que esta semana ha puesto a la venta cajas especiales con este tipo de prendas (el jersey por 37 euros o el formato jersey y chaqueta por 79 euros), que estarán disponibles hasta agotar existencias. "Proponemos la alternativa de comprar algo que ya está hecho, no una prenda producida hace dos meses que ha tenido un ciclo de vida súper corto", asegura, sin poder evitar apuntar con el dedo a las grandes empresas del acelerado fast fashion. Los resultados no parecen haber ido mal. "Hemos batido el récord histórico de ventas", reconoce, optimista.




Adrià Machado no está solo frente a la jornada. “Como parte de la filosofía de Ecoalf, la marca no participará en el Black Friday. Nuestros diseños son atemporales. Convertimos botellas de plástico con una vida útil de 15 minutos en chaquetas que duran 30 años", cuentan desde la firma de moda sostenible fundada por Javier Goyeneche en 2010. Especializada en la fabricación de prendas a partir de materiales reciclados e impulsora de un proyecto que promueve la limpieza de los fondos marinos con la colaboración de pescadores, la compañía presentó en 2018 una campaña contra el Black Friday. Y este año presenta el vídeo "Ecoalf fights for a planet beyond next season", donde ilustra el impacto medioambiental del exceso de producción y consumo en la industria de la moda. "Si no estás en contra del problema es que formas parte de él", aseguraba hace unas semanas la responsable de comunicación de Ecoalf, Carolina Álvarez-Osorio, en un encuentro sobre sostenibilidad en Lisboa.

Por su parte, la firma de moda inteligente "made in Spain" Sepiia, también le ha dado una vuelta a la jornada. "Para ofrecer una prenda por menos de la mitad de su precio, los materiales que se han usado son de escasa calidad y la producción se ha llevado a cabo en países con menos vigilancia medioambiental y escasos derechos laborales. Creemos en el precio justo para todo el año", explican, fomentando los "hábitos de consumo responsable durante todo el año". ¿Su propuesta? Prendas duraderas de carácter sostenible, que requieren menos lavados y no necesitan plancha. Por cada camisa vendida este viernes, otra será donada a la asociación para la discapacidad intelectual Aphisa.

Los showrooms también son responsables



"Las ventas también tienen que ser sostenibles, no puede reducirse a que una camiseta sea de algodón orgánico", afirma Gemma Armengol, fundadora del showroom multimarca barcelonés White Line. "Empezamos hace cinco años y nos dirigimos a una multimarca consciente. La evolución va para arriba y creo que aún no hemos llegado al pico más alto", asegura, positiva sobre la percepción de las propuestas respetuosas con en el medioambiente en el mercado nacional. "La moda sostenible ya no es algo hippie que suena raro, sino que es tendencia. Las tiendas nuevas que se abren en España son el proyecto de jóvenes que promueven iniciativas sostenibles y apuestan por proveedores de proximidad. Ahora es el cliente final el que está madurando todo esto. Está cansado del fast fashion y de productos que ya no tienen vida", reflexiona.


La firma uruguaya Zarvich lleva la sostenibilidad en su ADN - Zarvich


¿Qué opina del Black Friday un showroom comercial de propuestas sostenibles? "Como representantes de marcas multimarca, la mayoría de las tiendas con las que trabajamos intentan no hacerlo para que la venta sea responsable. El Black Friday presiona al multimarca para bajar los precios, reducen los márgenes y, al final, no sacan tanto beneficio", explica. Como es de esperar, no todo el mundo lo entiende. "Recibimos quejas, pero tratamos de impulsar a las tiendas para que no participen porque perjudica a las marcas", admite, reconociendo, al igual que Amt., que otras propuestas son posibles. Cada 6 meses, White Line organiza ventas de outlet y muestrarios en forma de eventos pop up. "Es una alternativa, una iniciativa de economía circular que nos acerca al cliente final", concluye.

Del e-commerce a las relaciones públicas



En 2017, Ágata Segurana fundaba Neutre, una plataforma de venta online de una selección cuidada de marcas españolas en Reino Unido. Solo 2 años después, la emprendedora española paralizaba el proyecto el pasado mes de septiembre. "Fue una decisión complicada, pero era muy difícil sacarlo adelante. Intentábamos comprar el stock y, al final, no era un modelo sostenible. El Brexit lo complicó todo y no queríamos aumentar los precios", reconoce. "De haber continuado, no habríamos participado en el Black Friday. Va en contra del slow fashion, que se opone al consumismo de masas. Queríamos vender prendas que fueran inversiones de calidad, con un valor añadido", explica sobre la incompatibilidad de los modelos.


Rita Row es una de las marcas éticas representadas por el showroom White Line - Rita Row



A día de hoy, esta española afincada en Londres continúa su andadura trabajando en la agencia de comunicación de moda ASV, especializada en la representación de marcas pequeñas de diseñadores que "llevan la sostenibilidad en su ADN". "El Black Friday iría completamente en contra de lo que tratan de proponer", cuenta, citando el modelo de negocio "a la demanda" de la firma de moda uruguaya Zarvich o la marca de joyas hechas a mano Alexandra Hakim. "A nivel de relaciones públicas se ha visto un cambio muy drástico sobre la sostenibilidad en la moda. Todo el mundo está concienciado: de grandes como Stella McCartney a pequeños creadores", explica sobre su experiencia en comunicación. Pero mantiene una visión crítica con su sector: "Es cierto que, desde hace unas semanas, en las revistas online solo se ven contenidos relacionados con el Black Friday. A veces nos olvidamos pronto de las buenas intenciones".

El impacto sobre el canal multimarca



Después de hacer trabajado una década como estilista de moda, Helena Iturralde dio el salto al multimarca, inaugurando hace un par de años Mundo Manila en el centro de San Sebastián (C/ Hondarribia 26). "Trabajo con marcas locales que funcionan muy bien, como Lavandera o Ezcaray, hasta otras internacionales como Palomo Spain o Margiela", explica la fundadora del espacio. "Entiendo que el cliente quiere ver algo cuando sale a comprar en un día como este, pero una tienda como la mía, de cierto tamaño pero pequeña, no puede permitirse poner todo al 30 % o al 50 %", reconoce con aplastante sinceridad.

Sin embargo, la emprendedora ha transformado la jornada en Blue Friday, una iniciativa solidaria por la que donará el 15 % de lo que venda este viernes a una asociación de diabéticos, a la que pertenece su hijo. "He querido transformar el Black Friday en algo positivo. Yo ya no hago descuentos, sino que prefiero hacer regalos de cosas pequeñitas", cuenta. Por supuesto, la competencia es dura y los clientes le preguntan si habrá promociones. No este año. "En general, el cliente quiere aprovecharse de los precios más baratos, pero tengo una clientela muy buena y súper fiel que viene a comprar cosas especiales", concluye. Un carácter exclusivo probablemente incompatible con rebajas radicales. ¿Quién dijo Black Friday?
 

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