Giorgio Armani afronta el invierno con elegancia y ligereza

Por:

Dominique Muret

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ

Publicado el
14 ene. 2020

“Tombe le neige” parece querer cantar Giorgio Armani con su colección. Presentada el lunes por la noche en Milán, bajo copos virtuales revoloteando continuamente entre las paredes de su teatro, el vestuario imaginado por el diseñador milanés para el próximo invierno fue un gran éxito.

Las primeras siluetas que pisaron la pasarela cubiertas de enormes cubitos de hielo (de plexiglás reciclado) son las dedicadas a la colección Neve Giorgio Armani, diseñada para la montaña. Abrigados con gruesas chaquetas y monos de esquí espaciales, hombros provistos de protecciones, guantes, gafas de esquí y pasamontañas, los modelos recordaban a los exploradores intergalácticos.

Después de los deportes de invierno, se vuelve a la vida urbana, donde al hombre Armani le gusta moverse sin restricciones, con ropa que combina clase y comodidad. La creada por el diseñador es una moda atemporal, imaginada para afrontar el frío, sin duda, pero con suavidad. Una moda donde la ropa formal se deshace sutilmente de sus cadenas para evolucionar hacia una "sastrería suave" susurrada.

No más camisas y cuellos rígidos. Además de algunos polos raros, nuestro hombre prefiere prendas de punto y suéteres de cuello redondo, prefiriendo protegerse con una máscara para el frío o levantando el cuello de su chaquetón o abrigo. También se envuelve en pieles de oveja y grandes abrigos con solapas de proporciones clásicas, pero con una estructura ligera y privada de cualquier rigidez.

Algunos abrigos están propuestos en astrakán o en terciopelo brillante. Las chaquetas de cuello Mao dan paso a los pantalones sueltos plisados, apretados en los tobillos o metidos en las botas para darle un aire retro. Otras chaquetas fluidas son llevadas como cardiganes, en cachemir y lana ultraligera, mientras que algunas chaquetas y abrigos cortos parecen muy cómodos.

Toda la panoplia de telas masculinas está presente en toda su consistencia y, sin embargo, es una impresión indescriptible de ligereza que emerge en cada movimiento. Toda la colección irradia lujo y una elegancia innata en tonos degradados de gris, negro, azul marino, caqui y borgoña con toques más claros.