París, 2 oct (EFE).- De la pequeña firma francesa con nombre colombiano como sus dos creadoras, las hermanas Lucía e Isabella Mallarino, a grandes marcas como Swarovski, Gaultier o Loewe, la moda para la próxima temporada estival inundó este sábado París en ferias, "show rooms" y espectaculares desfiles.

Loewe P-V 2011

Jean-Paul Gaultier celebró a las tribus urbanas, punkis, tecno, góticas y también roqueras, en una sabia mezcla de osadía que sólo este artista francés es capaz de configurar.

Pelucas negras, maquillaje gótico, crucifijos colgantes, medias de rejilla -por supuesto rotas-, encajes y "ultraminishorts" de cuero, fueron algunas de sus propuestas estivales, en un desfile de cerca de medio centenar de modelos en el que el negro estuvo muy presente, pero también el color.

Loewe mostró, por su parte, un ideal de belleza femenina de lujo contemporáneo y toques "buñuelescos", en una colección suntuosa y juvenil, etérea y sensual, llena de color, fundada en la combinación de seda y piel, materias primas esenciales e históricas para la casa.

Colores pastel, pero también eléctricos, del rosa claro al dorado; verdes muy vivos, malvas, amarillos, rojos, caldero, fucsias, naranjas y también blancos, rebosaron en los 34 conjuntos propuestos por el modisto británico Stuart Vevers.

Los estampados fueron de mariposas, dibujadas con carácter casi botánico por el artista español José Hernández, en pañuelos y prendas de seda.

Vestidos y faldas fueron siempre cortos, pero no minis, y los raros pantalones, siempre anchos.

Todo ello portado sobre espectaculares zapatos de piel con incrustaciones de flores de cuero, a juego con modelos de napa adornados con múltiples pequeñas flores de corola dorada y pétalos marrones, sobre piel marrón; o de rosas y rojos sobre piel naranja.

El discreto encanto de la burguesía madrileña visto por Luis Buñuel impactó al modisto británico, que inspiró algunas de sus creaciones en la obra del cineasta aragonés.

Coleta larga y juvenil, pañuelo a veces en la cabeza, labios rojos y sombras llamativas para los ojos completaron la silueta Loewe de vanguardia, en la que el corte limitará al máximo toda costura gracias a las tecnologías más avanzadas combinadas a la tradicional habilidad de los artesanos de la firma.

De otro lado, Victor and Rolf crearon unos diseños de volúmenes a veces surrealistas, imposibles de llevar fuera de una pasarela, para mayor deleite de la asistencia.

Ejemplo del verano 2011 visto por estos dos modistos holandeses fueron sus vestidos cortos azules y blancos, de mangas largas, farol a la altura de los hombros, adornadas con sendos grandes puños blancos a cada lado, seguidos de otros tres más pequeños a continuación hasta llegar a las muñecas.

Una manera más de ilustrar el papel principal que tuvo en su inspiración la camisa, masculina de preferencia, como la tradicionalmente portada con esmoquin para las grandes ocasiones.

Para la mujer del verano que viene, las camisas serán blancas y enormes, convertidas en vestidos asimétricos de gran sensualidad, cortos por delante y largos por detrás; con escote ladeado, a veces casi transparentes, a veces portados parcialmente bajo shorts.

No muy lejos de la carpa efímera del jardín de las Tullerías donde el tándem formado por Viktor Horsting y Rolf Snoeren mostró sus ideas, en el salón Premiere Classe, dedicado en exclusiva al accesorio, las hermanas Mallarino presentan estos días su ultrasofisticada colección de joyería de plata bañada en oro.

Toda ella hecha en Colombia, con la técnica ancestral de la filigrana, llegada de España a finales del siglo XV y previamente heredada de la civilización árabe, según comentaron a Efe.

Al mismo tiempo y en el mismo barrio de París, pero ya en su sede parisina de la calle Saint Honoré, en uno de los "show rooms" más selectos de la ciudad, la firma joyera Swarovski muestra entre otras colecciones su Prêt-à-Porter de lujo, inspirado en la naturaleza y en el arte impresionista.

Visión bucólica y artística declinada en diferentes temas y versiones, de la espectacular pieza única que es casi un top y viste todo un escote, hecha sólo por encargo, a la pulsera o el anillo más discreto.

Lola Loscos