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Hernandez Sebastian
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26 feb. 2023
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Gucci y Sportmax exploran las múltiples facetas de la mujer en Milán

Traducido por
Hernandez Sebastian
Publicado el
26 feb. 2023

La representación femenina nunca había tenido tanto protagonismo en Milán como esta temporada. No hay cliché que no sea recuperado y analizado para intentar desentrañar el misterio, multiplicando a la mujer en todos sus matices y facetas. A veces, los diseños saltan de una pasarela a otra. En el desfile de Gucci, una modelo de torso desnudo, solo cubierto por un minisujetador en cristales y una falda de gran tamaño, mientras que en Sportmax un pantalón era sujetado por un simple par de tirantes, un poco al estilo de Charlotte Rampling, pero sin la gorra militar.  

Gucci, otoño-invierno 2023 - 2024 - Mujer - Italia - Milán - © ImaxTree


A la espera de la llegada de su nuevo director artístico Sabato De Sarno en septiembre, Gucci enterró definitivamente el reinado de Alessandro Michele el viernes con una colección en forma de despedida. El estudio interno, todavía en funcionamiento esta temporada y muy ovacionado al final del desfile, ofrece un guardarropa ecléctico para el otoño-invierno 2023/24, inspirado en gran medida en el caprichoso y colorido estilo de su antiguo diseñador. Entre looks andróginos y atuendos sensuales, los compradores tendrán muchas opciones para disfrutar de este período final de transición.

Detrás de sus grandes gafas negras se esconde una mujer sofisticada a la que le gusta jugar con los estilos. A veces es una burguesa elegante, con zapatos de tacón puntiagudos, un abrigo largo gris y un traje, siempre equipada con su nuevo bolso. Tiene un estilo juvenil y juguetón, con trajes de hombre de gran tamaño o con camisa blanca, jeans anchos e impermeable, con el infaltable cinturón con hebilla de doble G, a veces mostrando un aire de Jean Seberg.

Por supuesto, es sexy sin parecerlo, con sus medias de colores que sobresalen en la cintura debajo de una falda ajustada de terciopelo o debajo de una falda doble, dejando al descubierto su ropa interior debajo de un vestido de tul negro transparente. Muy deportiva con zapatos de combate con cordones, ligeramente vestida con un vestido de punto esponjoso, y cambiando su apariencia en un segundo, transformándose en una vampiresa gracias a imponentes abrigos, desde el modelo plateado con guirnaldas brillantes a otro en lana rizada turquesa, así como a sus vistosos vestidos de gala, con grandes lentejuelas nacaradas, de satén rosa con amplias aberturas o de encaje negro que deja al descubierto los hombros.

Divertidos complementos marcan estos diferentes looks, desde tocados de pelo largo, similar al de la guardia británica, hasta botas de nieve peludas, pasando por interminables pendientes de cadenas que caen en trenza hasta los muslos.

Sportmax, otoño-invierno 2023/24 - © ImaxTree

 
Sportmax aumentó la temperatura con una colección protagonizada por todos los tonos de piel, con un toque subversivo, donde el cuerpo es a la vez contenido y liberado, desnudo o, por el contrario, sobreprotegido. Para el próximo invierno, la línea joven de Max Mara juega con la ambivalencia y los fuertes contrastes, y una actitud que oscila entre la masculinidad cruda y el erotismo sugerido.

Por un lado, siluetas de vaqueros muy viriles con trajes de piel de lagarto o camisas con largos flecos, tono sobre tono, bajo chaquetas de corte cuadrado de gran tamaño, a veces ceñidas a la cintura por correas, y botas camperas rematadas con polainas de cuero, cuyos pliegues se funden con los de los pantalones resistentes. Sin olvidar la cola de mapache que cuelga del cinturón.

Por otro, un look muy femenino con conjuntos cortos en color piel y sandalias con volantes y tacones de aguja. Los vestidos están hechos de secciones de varios materiales (cuero, jersey, felpa de terciopelo, nailon arrugado, punto fino) que cubren el cuerpo, al que parecen abrazar. Las costuras son inexistentes, las piezas de tela se unen entre sí mediante grandes nudos en un espíritu de libre improvisación. Por momentos, los nudos y las telas estorban a la mujer y aprisionan uno de sus brazos contra el cuerpo.

Los códigos femeninos se rediseñan, como se ve en la falda ajustada beige transparente que recuerda a una media de nailon. Por otro lado, se reinventan los complementos masculinos, como los tirantes, que se envuelven alrededor del cuerpo, a veces ajustando una chaqueta en la cintura o los bordes de un cárdigan o incluso conectando una falda a un corsé como un liguero.

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