Hermès sigue creciendo en el tercer trimestre con un aumento del 9,9% gracias al buen resultado de su marroquinería, a pesar de que el mercado en Francia sigue siendo difícil debido a la caída en el turismo tras los atentados terroristas.

El fabricante de artículos de cuero de Faubourg Saint-Honoré confirmó el jueves sus objetivos para el crecimiento de sus ventas del año fiscal en curso (a tasas de cambio constante), “que debería ser inferior al 8%”. Además, anunció que su rentabilidad operativa “sería ligeramente superior” a la del año 2015 gracias al efecto positivo de las coberturas de tipo de cambio.

“Hemos registrado un aumento en el crecimiento de las ventas en el tercer trimestre. Este resultado es particularmente positivo porque se basa en el crecimiento orgánico”, resumió el presidente Axel Dumas en una entrevista telefónica.

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Durante el trimestre la facturación alcanzó los 1.250 millones de euros, por encima del promedio establecido por FactSet: 1.220 millones.

El aumento de las ventas año tras año se fijó en +9,9% según datos publicados, 8,8% de crecimiento orgánico, superando el de los trimestres anteriores (+8,1% y +6,2%) y en comparación con el año fiscal 2015 (+8,1%).

Por regiones, Axel Dumas mencionó en particular una "mejora en la China continental, una Europa fuerte y un nivel estable en Estados Unidos", a pesar de que Japón se ha visto "afectado por el fortalecimiento del yen" y de que Francia sigue sintiendo el efecto de los ataques terroristas.

El segmento de marroquinería, pilar principal del grupo, mantiene su ritmo con un crecimiento del 16% en el tercer trimestre, hasta los 630 millones de euros. “Todas las líneas funcionan muy bien", dijo Dumas.

En cambio, el polo secundario de actividad de Hermès, la ropa y lo accesorios, cerró con un ligero descenso del 0,1%, mientras que la seda y los textiles cerraron en -4,1% en datos orgánicos, “penalizados por los ataques en Francia y la caída en las ventas en la Gran China y América", dijo el comunicado.