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Italia asume el liderazgo en la producción europea de textiles técnicos
A pesar de que se utilizan en una gran diversidad de campos, los textiles técnicos son todavía poco conocidos y poco visibles. Sin embargo, juegan un papel cada vez más importante en la moda, especialmente en el sector del lujo, siempre en busca de innovación. Su consumo en Europa ha pasado de 8000 millones de euros en 1995 a casi 30 000 millones en la actualidad. Sin embargo, es difícil cuantificar este sector tan dispar. Los productores italianos, que han tomado el liderazgo europeo en la producción de textiles técnicos, intentaron definir sus características durante un simposio sin precedentes, titulado "Textile Made in Italy 5.0", que se celebró en Milán el 18 de mayo.
Desde uniformes o fibras tecnológicas utilizadas por la medicina, hasta chalecos protectores para las fuerzas del orden y trajes aeroespaciales o ignífugos para bomberos, pasando por los sectores de automoción, alimentación, construcción, vidrios y acuicultura, o electrodomésticos, dispositivos electrónicos, pantallas táctiles, filtros de agua o placas de inducción y, por supuesto, ropa deportiva, los textiles técnicos están por todas partes. Pero nunca han sido tan invisibles. La industria es el principal campo de acción de los tejidos técnicos en Europa, con una cuota de mercado del 19 %, según datos de 2018, seguida en particular por el transporte (17 %), muebles y embalaje (13 %) y la construcción (11 %).
En total, el sector representa 160 000 millones de euros a nivel mundial; 60 % de este total corresponde a la producción china, seguida por la de la Unión Europea con una cuota del 15 % o 26 000 millones de euros. Más de una cuarta parte de estos textiles técnicos europeos (25,8 %) son producidos en Italia, con un total de 6 710 millones de euros en 2021, lo que la ubica a la cabeza del ranking, por delante de Alemania y Francia. Italia, más conocida por la alta calidad de sus tejidos tradicionales, emplea en este sector a cerca de 27 000 personas en unas 2800 pymes, que se distinguen por su altísimo nivel de especialización e investigación. Sus exportaciones alcanzan algo más de 3000 millones de euros, casi la mitad de su producción, lo que la sitúa en términos de exportación por detrás de Alemania, pero por delante de Francia.
Sin embargo, esta producción récord sigue siendo subestimada, según los participantes del simposio organizado por la confederación de empresarios Sistema Moda Italia (SMI), que reúne a las empresas textiles y de confección italianas, y por su sección Tessili Tecnici.
“Los textiles técnicos italianos son, en gran parte, desconocidos, aunque increíblemente presentes en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana”, asegura el presidente de SMI, Sergio Tamborini.
“En los tejidos técnicos, la funcionalidad es fundamental. Se diseñan con funciones específicas, que son medibles y se crean para cumplir una misión, mientras que los tejidos tradicionales utilizados para la confección se crean con el objetivo de calentar o refrescar, para ofrecer sensaciones, por ejemplo, la ligereza, sin tener un objetivo preciso”, explica el director global de técnica e investigación y desarrollo del fabricante textil Saati.
"Cada sector de aplicación tiene sus propias reglas y normas. El sector de los tejidos técnicos abarca todo tipo de fabricación, desde el hilo hasta el tejido, pasando por otros procesos químicos", continúa.
“Las aplicaciones son tan amplias y el tejido técnico ofrece tantos nichos, que es realmente difícil definir y conocer su perímetro. Sin embargo, va en aumento. China, el principal productor a nivel mundial, ha registrado un aumento del 110 % en sus volúmenes en los últimos cinco años. Este país exporta tanto como Europa, pero en términos de valor unitario de cada producto Europa duplica a China porque sus productos tienen un valor agregado significativamente mayor”, afirma Aldo Tempesti, responsable de la división Textiles Técnicos de SMI-TexClubTex, recalcando que Europa supera a todos los demás países en cuanto a patentes. Alemania es el país que realiza mayores inversiones y cuenta con el mayor número de patentes.
Sin embargo, detrás de sus fuertes cifras de crecimiento, la excelencia italiana en cuanto a los textiles técnicos ha tenido dificultad para ratificar su valor. "Durante la pandemia, Italia desarrolló un sector industrial dedicado a los uniformes técnicos para el sector médico. Pero una vez superada la crisis, el sistema sanitario volvió a abastecerse en China por cuestiones de costes. Lejos de desanimarnos, hemos redoblado nuestros esfuerzos para innovar, produciendo trajes ecosostenibles, por ejemplo, en un monomaterial que sea fácil de reciclar", dice Chiara Ferraris, directora de comunicación del grupo textil de Bergamo Radici Group, especializado en poliamidas y polímeros.
El desarrollo sostenible, un sector que exige una alta cantidad de innovación, sin duda acelerará la demanda de textiles técnicos, particularmente en el sector de la moda, como ilustra Luca Sburlati, director ejecutivo de Pattern. El grupo italiano, que cotiza en bolsa y cuya facturación supera los 100 millones de euros, desarrolla y produce ropa para grandes marcas.
“Los principales grupos de lujo están en proceso de orientar su estrategia hacia la sostenibilidad. En particular a través de los materiales. También son cada vez más exigentes en cuanto al desempeño. La demanda de tecnología es recurrente y cada vez más importante”, añade.
“Antes, la mejor cachemira del mundo era la que se hacía en Biella; hoy en día, nos piden que también sea impermeable y tenga otras funciones”, detalla.
Solo han pasado algunos años desde que Pattern comenzó a trabajar en el modelado en tres dimensiones, uno de los primeros fabricantes en ingresar a este campo. La técnica 3D ahora es utilizada por todas las marcas. "Sin embargo, en ese momento, ninguna casa quería saber nada de eso", recuerda el empresario, que se describe a sí mismo como un "artesano tecnológico".
“Nuestro papel es, fundamentalmente, el de traducir las ideas del estilista en prototipos viables. Pero las aplicaciones técnicas son tan infinitas que las marcas no necesariamente pueden saberlo todo. Nos corresponde a nosotros actuar como mediadores culturales para explicarles, como a un cliente final, las diferentes innovaciones que pueden explotar. Cuanto más entendemos el valor que podemos brindar a través de estos textiles innovadores, más tenemos que comunicarlo”, explica.
"La producción de textiles técnicos en Italia ha aumentado entre 3 % y 4 % en 2022. Con el potencial que existe, deberíamos apuntar a un crecimiento de, al menos, entre 15 % y 20 %", concluye, exhortando a las empresas italianas a unirse en un esfuerzo común.
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