Jacquemus hace desfilar a su hombre en calas bañadas por el sol

En una cala marsellesa a plena puesta de sol, Simon Porte Jacquemus presentó este lunes su primera colección prêt-à-porter masculina, "le gadjo", con tejidos naturales y colores luminosos.

La mayoría de modelos desfilaron e la playa de Sormiou luciendo pantalones remangados combinados con gabardinas largas sobre el torso desnudo.

El Sur, obsesión e inspiración del diseñador francés, que ya marcó su última colección femenina en torno al tema "souk", sigue presente a través de sombreros de paja, girasoles en la camisas y prendas de arriba azul celeste, color del Olympique de Marsella.

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El caqui, el beige en todas sus variedades y el amarillo tienen el favor del diseñador. Incluso los tonos rojos, más bien ocres, son suaves y naturales. "Mi hombre ama el sol, bañarse, abrirse la camisa", confiesa el diseñador de 28 años a AFP, que ha elegido hombres con cuerpo mediterráneo para encarnar a su "gadjo".

Para su primera incursión en la moda masculina, Simon Porte Jacquemus ha querido revivir "todos los clichés sureños: el gitano, el santón, el hortera...", en Marsella, la ciudad "preferida" del diseñador. "Para mí es un sueño desfilar aquí, en este entorno accesible y paradisíaco al mismo tiempo", donde hizo sentarse en la arena a todos los invitados, frente al mar turquesa.

Aunque su éxito en la moda femenina está más que demostrado, Jacquemus se enfrenta a un desafío en la moda masculina. "Es muy difícil porque tiene que ser sencilla y tener identidad propia". Una identidad que busca en los accesorios, con bolsos planos que se llevan alrededor del cuello sobre el torso desnudo.

Reivindica el uso de los tejidos sencillos y ha creado varios modelos de jersey de verano de lana ligera, producto de una colaboración con The Woolmark Company. Prendas de punto calado, amplias y cómodas.

La historia de Simon Porte, que quiso añadir a su apellido el de su madre, Jacquemus, es singular en el mundo de la moda. Creció entre Aviñón y Marsella junto a sus padres agricultores, a los que el describe como artistas.

Soñaba con la moda desde los 8 años, y se fue a París a los 18 para estudiar en una escuela de moda, que abandonó dos meses más tarde. A los 20 años creó su primera colección.