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Kering espera un retroceso del 15 % en su primer trimestre
Kering calcula los primeros impactos de la crisis del coronavirus en su negocio. El gigante de lujo, propietario de Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta y Balenciaga anunció este viernes, 20 de marzo, que espera una disminución del 15 % en las ventas del primer trimestre de 2020, que finalizará el 31 de marzo.
El grupo especifica que en datos publicados, esta disminución será entre 13 % y 14 %. Concretamente, Kering había registrado un excelente primer trimestre de 2019, un alza del 21,9 % en datos publicados y un 17,5 % en datos comparables respecto al primer trimestre de 2018. Su facturación había alcanzado los 3785 millones de euros. El descenso anunciado colocaría así la facturación trimestral del grupo en torno a los 3200 millones de euros, una caída de más de 550 millones de euros en el trimestre.
Golpeado por primera vez a principios de año por la expansión de la epidemia en China y Asia, Kering considera que la mayoría de sus mercados hoy están concernidos. “Hasta la fecha, el grupo ha observado señales alentadoras en China continental, con menos disminución en el tráfico de las tiendas y, por lo tanto, en las ventas”, explica la administración en un comunicado de prensa. El impacto de la epidemia, por otro lado, sigue siendo significativo en el resto de la región Asia Pacífico y la situación ha empeorado significativamente en las últimas semanas en Europa occidental y, más recientemente, en América del Norte”.
Kering anticipa que la situación afectará a estas actividades al menos durante todo el primer semestre, y anunció para el segundo trimestre “un volumen de negocios muy afectado por las repercusiones de la epidemia en los clientes locales y los flujos turísticos”, así como “una disminución en el margen operativo actual para el primer semestre de 2020”. Este fue del 29,5 % en el primer semestre de 2019 y había ganado 160 puntos básicos en comparación con el primer semestre de 2018. Sin embargo, el grupo explica que “es prematuro cuantificar la disminución dado el rápido desarrollo de la situación actual y la falta de visibilidad”.
Kering, que había puesto en marcha medidas para “adaptar sus bases de costes y contener las necesidades de capital de trabajo”, explica este viernes que está considerando ir más allá con una ambición: “limitar la dilución de su margen operativo actual durante el año, protegiendo a su vez las posiciones de mercado de sus casas y preservando su crecimiento y potencial de rebote a corto y medio plazo”.
El arte de preparar el terreno antes de anunciar medidas más drásticas.
Kering presentó una facturación anual en 2019 de 15 889 millones de euros, un alza del 16 %, con un margen operativo “récord” del 30,1 %. Su beneficio neto como grupo alcanzó los 2300 millones de euros.
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