Kering Eyewear cierra un buen primer trimestre
Todo parece ir por buen camino para Kering Eyewear en este inicio de año, mientras que las casas de moda del grupo de lujo francés tienen que conformarse con aumentos de un solo dígito en el mejor de los casos. En el primer trimestre, las ventas de Gucci aumentaron un 1 % y las de Saint Laurent un 8 %; Bottega Veneta se mantuvo estable, mientras que las ventas de “otras marcas” (incluida Balenciaga) cayeron un 9 %. No obstante, el especialista en gafas registró un envidiable crecimiento de dos dígitos, con progresos en todas las regiones.
Entre enero y marzo de 2023, Kering Eyewear generó ventas por 433 millones de euros, con un aumento del 44 % frente al primer trimestre de 2022 (+11 % en términos comparables), "impulsado por el dinamismo de la cartera de marcas", según dijo la compañía en un comunicado. De hecho, registró los mejores resultados del grupo en términos de crecimiento, superando incluso a Bottega Veneta, que alcanzó los 395 millones de euros en el período.
Fundada en 2014 por Kering y Roberto Vedovotto, quien sigue a las riendas de la compañía, hoy en día gestiona las colecciones de gafas de 17 marcas. Entre estas se incluyen las de las principales marcas de Kering (Gucci, Saint Laurent, Bottega Veneta, Balenciaga, Alexander McQueen, MCQ, Boucheron, Pomellato), a las que se suman las de Puma y varias marcas del grupo suizo Richemont (Cartier, Chloé, Montblanc, Dunhill y Alaïa), así como marcas de gafas adquiridas en los últimos tres años.
De hecho, Kering Eyewear ha ampliado su alcance con las adquisiciones del fabricante danés de gafas de lujo Lindberg en 2021 y, en 2022, de las marcas estadounidenses Maui Jim, reconocida por su tecnología de lentes solares avanzada y patentada y sus raíces hawaianas, y Zeal Optics, un fabricante de gafas duraderas para actividades al aire libre, propiedad de Maui Jim.
“La fuerte contribución de Maui Jim, consolidada en las cuentas de la compañía desde el 1 de octubre de 2022”, ha ayudado notablemente al fabricante de gafas a acelerar su ritmo a principios de año, subraya la compañía, que también ha anunciado recientemente la adquisición de UNT Usinage & Nouvelles Technologies, uno de sus principales proveedores de componentes de alta precisión, ubicado en Morbier, en Bourgogne-Franche-Comté, el distrito francés de las gafas en Haut-Jura.
Esta adquisición ha permitido a la compañía de Padua (norte de Italia) reforzar su cadena de suministro. El fabricante francés de componentes mecánicos metálicos se suma a su estructura productiva existente, concretamente la Manufacture Kering Eyewear (antes Manufacture Cartier Lunettes), ubicada a las afueras de París en Sucy-en-Brie y adquirida en 2017, y Trenti Industria Occhiali, uno de sus proveedores italianos, en las que tomó una participación de alrededor del 40 % en 2019.
A diferencia de su competidor Thélios, el fabricante de gafas de LVMH, que montó su propia fábrica desde el principio, Kering Eyewear había optado originalmente por centrarse en el diseño y desarrollo de gafas y en las ventas, confiando en una red de socios seleccionados para la producción de sus gafas. Este modelo de negocio garantizaba cierta flexibilidad, pero la fuerte aceleración y la escala alcanzada en los últimos años por la compañía, que ya supera los 1000 millones de euros en facturación, la han empujado a reforzar el control sobre su cadena productiva.
En tres años y a pesar de la crisis de la pandemia, Kering Eyewear ha duplicado su facturación de 596 millones de euros en 2019 a 1110 millones de euros en 2022, año en el que el fabricante de gafas generó un beneficio operativo corriente de 203 millones de euros.
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