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La Battersea Power Station de Londres se prepara para la apertura de un centro comercial
Los promotores de la transformada Battersea Power Station han intensificado su campaña publicitaria esta semana, mientras se preparan para la gran reapertura del lugar como centro comercial gigante el 14 de octubre.
En una presentación a la prensa este miércoles, quedó claro cuánto trabajo se ha hecho y también lo bien que se ha hecho. Se ha mezclado una estructura histórica y distintiva (con grandes partes completamente reconstruidas) con la adición de comercios y otras actividades de una manera que probablemente no se había visto en Londres desde que Covent Garden pasó de ser un mercado de frutas y flores a un destino comercial hace más de 40 años. El renacimiento de Covent Garden se produjo pocos años antes de que la propia BPS dejara de suministrar energía a Londres y fuera retirada del servicio, iniciando lo que se convirtió en un largo periodo de decadencia.
Después de múltiples propietarios y muchas ideas para reconvertir el espacio, el nuevo desarrollo, respaldado por un grupo de inversores de Malasia, ha costado miles de millones de libras y ahora está a un paso de llegar a su meta.
Lo que encontrarán los visitantes cuando lleguen a finales de la semana que viene será un edificio que realmente merece el calificativo de "icónico", a menudo sobreutilizado. Pero, además de su inconfundible silueta con sus cuatro chimeneas, el edificio y la zona que lo rodea conforman ahora un próspero barrio con viviendas, oficinas (Apple es el principal inquilino), múltiples actividades de ocio, un cine, espacios para eventos, un enlace con el metro de Londres (financiado en parte por los promotores)... ah, y las tiendas.
Entre las tiendas se encuentran nombres como Mulberry, Calvin Klein, Tommy Hilfiger, Uniqlo, Aesop, The Body Shop, Castore, Adidas, Hugo Boss, Theory, Sweaty Betty, Lacoste, Ralph Lauren, Jo Malone London, Space NK, Mango, Adidas, Nike, Zara y Zara Home (justo enfrente del edificio principal, en el Electric Boulevard, en la que es su mayor tienda en Reino Unido hasta la fecha), entre otras. Alrededor del 96 % del espacio comercial de la central eléctrica está prealquilado.
El espacio comercial se encuentra en los dos gigantescos pabellones de turbinas, el Turbine Hall A, que es puramente de los años 30, y el Turbine Hall B, que se añadió cuando se amplió la BPS en los años 50 y fue creado en un estilo más brutalista.
Algunos de los minoristas han tomado espacios muy grandes. Las 60 tiendas y otros puntos de venta que se inaugurarán a partir de la semana que viene (y 50 más que abrirán este año y el siguiente) tienen un aspecto innegablemente impresionante. La Battersea Power Station Development Company (Bpsdc) participó activamente en la decisión de dónde "encajaría" cada inquilino en los dos pabellones, y el Turbine Hall B, por ejemplo, destaca por el gran número de marcas deportivas que hay en él.
La empresa ha mantenido un estrecho vínculo con el pasado de la central eléctrica, con muchos elementos originales expuestos y las "obras de arte" del centro comercial son en realidad gigantescas máquinas de la central eléctrica de principios y mediados del siglo XX que no desentonarían en una galería contemporánea.
Los pabellones estuvieron muy concurridos el miércoles, con los obreros todavía activos y el acondicionamiento de las tiendas en marcha. Una vez que los constructores se pongan en marcha, Bpsdc dijo que se crearán 2500 nuevos puestos de trabajo a partir de la próxima semana y un total de 20 000 puestos de trabajo en todo el proyecto de 42 acres para cuando esté terminado.
Aunque el centro comercial será inaugurado ahora, el proceso de "activación" del emplazamiento lleva varios años, ya que los primeros residentes de los apartamentos se mudaron en 2017 y otras áreas abrieron en los años intermedios. Pero el centro comercial es realmente la parte crucial del concepto, aunque no es el final de la historia. Todavía se está trabajando en la oferta de restauración, que no está previsto que se inaugure hasta el año que viene.
Simon Murphy, director ejecutivo de Bpsdc, rindió homenaje en el acto del miércoles al apoyo de los accionistas malayos y al enorme trabajo realizado durante más de 10 años para devolver a la BPS su antiguo esplendor.
Otros miembros del equipo y los arquitectos participantes destacaron la importancia de la sostenibilidad, que se ha convertido en un elemento indispensable desde que se inició el proyecto, así como la importancia de haber creado un sentimiento de comunidad en el área.
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