La India, hilo conductor de la colección de alta costura de Santiago Bandrés

Propuesta 2010 del diseñador Santiago Bandrés

Madrid, 30 mar (EFE).- La India es el hilo conductor de la colección de alta costura que el diseñador Santiago Bandrés ha creado para la temporada primavera-verano 2011.

En un desfile privado, organizado como antaño en un hotel madrileño y ante un selecto grupo de invitados, Bandrés ha presentado unas propuestas en las que, siempre con detalles que recrean su reciente viaje a la India, reinterpreta diferentes épocas y estilos.

Con un guiño a las tallas grandes, presentadas por una modelo de talla superior a la 44, y a las personas de avanzada edad, con la coleccionista de moda de alta costura Eloisa Bercero como modelo, Bandrés ha apostado por la comodidad y por la recuperación de prendas que rejuvenecen.

Exquisitas sedas y tejidos de distintas procedencias, pasamanerías, diferentes bordados, algunos de ellos en cristal, o encajes, enriquecen los ya ricos diseños con los que el diseñador reivindica una vez más la alta costura.

Santiago Bandrés, que es desde este año el primer costurero-artesano registrado en la Comunidad de Madrid, propone una mañana de líneas más urbanas, con vestidos negros combinados con encajes rojos, en una estética de aires goyescos, así como con diseños en blanco y negro, tanto florales como de lunares, de líneas que recuerdan a Balenciaga.

Esta línea se combina con otra, de rica paleta de color, que transporta a los años sesenta, a la estética hippie, a los estampados y colores psicodélicos y a las amplias pamelas.

Las piezas de joyería realizadas por Isabel Alarcón enriquecen los diseños para la presente temporada con los que Santiago Bandrés ha hecho un claro homenaje a la India, diseños inspirados en saris o en el típico "punjabi", un conjunto de pantalón y blusa o chaqueta larga con aberturas por los lados.

En las propuestas de tarde y cóctel tienen protagonismo también las piezas que recuerdan las noches del Studio 54, con mujeres vestidas de lentejuelas, de minivestidos llenos de luz o con brillos tamizados por gasas que cubren tejidos de paillette.

Para la noche, las siluetas se alargan y amplísimos chales que se sueltan integrándose en los vestidos, dan volumen a unas líneas de cortes estructurados y femeninos. Los tejidos son muy ricos y algunos de ellos presentan bordados artesanales. EFE