París - La cazadora evoluciona en París de la mano de Loewe y Cerruti, firmas que presentaron el viernes en la semana de la moda masculina una interpretación del verano marinero que se aplica a esta prenda fundamental del armario del varón.

Loewe, en su exploración del trabajo con el cuero, ha descubierto que el cocodrilo de Luisiana tiene una piel tan fina que puede incorporarse a prendas estivales; lo ha aplicado a la parte frontal de una chaqueta tipo "bomber", y lo ha teñido de azul.

La napa se ha convertido en impermeable gracias una nueva técnica de curtido y la piel se ha perforado con micro cuadrados para dar vida a una cazadora ligera.

El diseñador Stuart Vevers, en su última colección como director creativo de la firma del grupo LVMH, quiso dar a conocer internacionalmente el puerto gaditano de Sotogrande, y vistió al hombre que frecuenta este ambiente exclusivo de polo y vela.

Los colores estivales, como el rojo intenso, el azul mar o el verde hierba, recubren en solitario polos en ante, chubasqueros náuticos y bolsos.

Vevers abandona la firma a la que llegó hace cinco años procedente de Mulberry, para tomar las riendas de otra casa de complementos, la estadounidense Coach.

En el "showroom" de la calle François 1er también se pudo conocer la colección que Loewe ha diseñado en colaboración con el japonés Junya Watanabe -Comme des Garçons-: un "patchwork" punk que combina el vaquero con el cuero, los cuadros y los lunares, con predominio del negro.

Cerruti también encontró sosiego en el imaginario marinero, lo que dio como resultado una cazadora tipo "bomber" con brocados que simulan las cuerdas de las embarcaciones de vela.

"He trabajado el color, del marino al negro, y he retomado la idea de los pájaros, del agua y de las cuerdas", explicó a Efe Aldo Maria Camillo, director artístico de la casa.

En su objetivo por vestir a un dandy, Camillo se ha centrado en "la silueta de los abrigos, de las chaquetas y de los pantalones, que son más sueltos y proporcionan una actitud más relajada", aseguró.

Un botón en el cuello fuerza el cierre de una americana con aires de cazadora, un cinturón sostiene el costado de la gabardina, que se convierte en asimétricamente seria o desenfadada, según el lado desde la que se mire, y el cuero fluye en elegantes gabanes por la rodilla.

Una camisa blanca, con franjas horizontales de una consistencia ligeramente más fuerte a la del resto, fue la única que pudo zafarse de desfilar bajo una chaqueta, en un espectáculo que tuvo lugar en el parterre del Instituto Nacional de Jóvenes Sordos, en las inmediaciones de los Jardines de Luxemburgo.

El danés Henrik Vibskov organizó una presentación estática, con modelos ataviados con un revisitado fez, gorro en forma de cubilete propio de Turquía y del norte de África, anclados sobre zapatos con tacones de madera.

Prima lo holgado en esta colección para la próxima primavera-verano: desde los pantalones ligeramente bombachos, hasta las americanas "oversize", pasando por las túnicas.

La falda, ya sea recta o con un atisbo de vuelo, se cuela en el armario de un varón que viste pantalones cortos, que bien pudieran ser calzones, sobre mallas de algodón.

El mostaza lleva la voz cantante en una sinfonía con notas en verde aguamarina, azul Klein, rojo fuego, coral, naranja, blanco, gris y negro.

Las chaquetas de lana y los estampados étnicos evocan épocas pasadas y lugares exóticos, en los diseños que Vibskov presentó en los salones del ayuntamiento del cuarto distrito de París.

Maison Martin Margiela cubrió parte de la pelvis del hombre con un delantal chic abrochado por un cinturón y desarrolló los chalecos, que se presentan elegantes y decadentes.

El viernes también mostraron sus diseños firmas como Givenchy, Comme des Garçons homme plus o Juun J.