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16 feb. 2014
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La gran distribución se hace pequeña para entrar en el centro ciudad

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EFE
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16 feb. 2014

Madrid - La gran distribución, desterrada por su tamaño a vivir en la periferia de las ciudades, apuesta ahora por reducir sus dimensiones para tener cabida en los centros urbanos y llegar a un público al que cada vez le cuesta más desplazarse para hacer sus compras.

En el lado opuesto se encuentran firmas de moda como Zara, Bershka, Massimo Dutti, Mango, Springfield o H&M, que cada vez diversifican más su oferta y necesitan "megatiendas" que den cabida a todas las líneas de negocio que ofrecen bajo una única enseña (mujer, hombre, niños y hogar).

Entre los factores que están empujando a las grandes a abrir establecimientos de "proximidad" destaca internet, que obliga a abrir en localizaciones más céntricas en las que el "cibercliente" pueda recoger sus compras o probar los productos, y que, a su vez, permite no necesitar tanta superficie para exponer todos los artículos.


Recientemente Decathlon ha lanzado Lot of Colors, una marca dirigida al mercado español, en concreto a una clientela urbana | Foto: Facebook Lot of Colors.

También pesa en esta tendencia la caída de los alquileres de los locales por la crisis y las dificultades que supone en muchas ocasiones lograr una licencia a partir de 2.500 metros de superficie, según los expertos consultados por Efe.

Los primeros en dar el paso de "hacerse pequeños" fueron las firmas de gran consumo como Carrefour, a las que ahora se suman enseñas como Bricor (El Corte Inglés), Toys R Us, Media Markt, Decathlon o Fnac.

"Los centros comerciales están muy bien, pero estando en las afueras te pierdes a un determinado tipo de público: al urbanita que no le gusta moverse de la ciudad para hacer sus compras", explicó el director de High Street de la consultora inmobiliaria CBRE, Ion Sararegui.

Con la crisis, los grandes están encontrando locales que se ajustan a lo que necesitan en condiciones "estupendas", con lo que el negocio es "redondo", añadió.

No obstante, opinó, la tendencia a decantarse por un concepto urbano quedará reservada a las grandes ciudades, porque en las medianas y pequeñas los centros urbanos se han quedado "vacíos" y no tienen tanto tirón comercial.

"Yo no las veo en el centro de ciudades como Toledo", apuntó la directora de Retail Leasing de Jones Lang LaSalle, Helena de Arcos, quien subrayó que este nuevo modelo es compatible con la persistencia de grandes centros comerciales porque cada uno tiene su propia clientela.

Recordó que el negocio de la gran distribución se basa en los bajos precios que ofrecen a los usuarios, un factor que pueden mantener aún entrando en el centro de las ciudades, donde las rentas, habitualmente más altas que en la periferia, han bajado.

En el sentido inverso, las firmas textiles están apostando por concentrase en tiendas cada vez más grandes y emblemáticas, denominadas "flagh shipstore", lo que está acarreando el cierre de establecimientos de menor tamaño o peor ubicación.

"Para contrarrestar esta tendencia, lo que están haciendo los centros comerciales es unir locales para sumar más metros cuadrados. Aunque baja la rentabilidad, hay que hacerlo", explicó De Arcos, para quien la llegada de la irlandesa Primark ha supuesto un antes y un después en la distribución de ropa.

Para el director de Negocio de Retail de Aguirre Newman, David Barragán, la apuesta por "megatiendas" dentro del sector textil obedece al crecimiento natural de compañías que inicialmente iban dirigidas, por ejemplo, sólo a mujer, y ahora ofrecen también ropa de hombre, niño y hogar.

"Una tienda de 2.500 metros es más rentable que una de 1.500 metros, sobre todo si en ella pueden encontrar ropa todos los miembros de una familia en una única visita", destacó Sararegui.

Según Barragán, hay estudios que indican que las tiendas que unen en su oferta varios conceptos venden un 20 % que si ofrecieran los mismo artículos por separado.

En su opinión, internet también está influyendo, y va a influir mucho más en esta "concentración" del sector textil en locales de grandes dimensiones.

"Al final, la tienda online factura una brutalidad y quita ventas a los establecimientos físicos, lo que llevará cierres", según Barragán, quien explicó que hay informes que revelan que el grupo Inditex (dueño de marcas como Zara, Massimo Dutti, Stradivarius o Bershka) seguiría facturando lo mismo aunque cerrara el 15 % de sus locales tradicionales.

Para el directivo, las tiendas físicas servirán en un futuro de "reclamo" y estarán para que los usuarios se prueben la ropa y puedan recoger los pedidos hechos a través de la red.

Esto se notará, sobre todo, en cadenas no muy grandes, "que pagarán lo que sea por estar en sitios como Serrando con una fachada increíble y aún sabiendo que el local no es tan rentable, con tal de posicionarse en Internet", afirmó Barragán. EFE

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