Publicado el
29 abr. 2022
Tiempo de lectura
5 minutos
Descargar
Descargar el artículo
Imprimir
Tamaño del texto

La industria del calzado portuguesa invertirá 140 millones de euros en materia de sostenibilidad

Publicado el
29 abr. 2022

La etiqueta “Made in Portugal” se tiñe de verde. Con la intención de reforzar sus exportaciones mediante la innovación tecnológica, el sector del calzado luso ha colocado la responsabilidad ambiental en el punto de mira. El proyecto, liderado por Apiccaps, la asociación de industrias especialistas del calzado y el CTCP (Centro Tecnológico de Calzado Portugués), ya ha movilizado a más de 100 compañías, instituciones, universidades o centros de investigación y tiene por objetivo convertir a la industria portuguesa en “referencia internacional en el desarrollo de soluciones sostenibles”.


Paulo Gonçalves - Apiccaps



“Para nosotros, la sostenibilidad supone una gran oportunidad. La industria portuguesa  tiene credibilidad y los consumidores deben disponer de todas las informaciones sobre los productos. Cuando se compra un par de zapatos fabricados aquí se sabe perfectamente lo que se está adquiriendo: calidad, servicio y precios justos”, defiende Paulo Gonçalves, responsable de marketing y comunicación Apiccaps, asociación que representa a las 500 empresas responsables del 80 % de la producción portuguesa. Para desarrollar esta línea de negocio en los próximos 3 años, el sector del calzado luso contará con un presupuesto de 140 millones de euros, procedentes en algo más del 50 % del centenar de empresas  e instituciones que impulsan el proyecto. La mitad restante responde al apoyo financiero del gobierno y de la Comisión Europea.

De ellos, 80 millones de euros serán destinados al proyecto “BioShoes4All”, orientado al desarrollo de una industria nacional competitiva alrededor de un “cambio radical” en materiales, tecnologías y productos. Una serie de iniciativas de carácter sostenible que van desde la producción o la formación hasta la propuesta de biomateriales. “Queremos optimizar todos nuestros procesos, desarrollar nuevos materiales, mejorar la eficiencia energética, ahorrar agua y ampliar nuestra flexibilidad y la trazabilidad de los productos”, detalla Gonçalves sobre sus ambiciones.

Los 60 millones de euros restantes serán invertidos en la iniciativa “FAIST”, a través de la que se pretende desarrollar la automatización de procesos y tecnologías, aumentar el grado de especialización de la industria en nuevas categorías de producto o mejorar la capacidad de suministro y de producción de las empresas. “En un contexto en el que las marcas tienen que responder a una fuerte demanda online junto a un posicionamiento sostenible, tienen que aliarse con industrias que les correspondan en valores y propongan un servicio rápido a precios ajustados”, argumenta el representante de la asociación, subrayando que “Portugal es una alternativa muy interesante”. 



Apiccaps



E insiste sobre el interés de fabricar en Europa bajo determinados estándares de calidad y de trabajo: “Se puede producir con materiales muy sostenibles, pero hacerlo en condiciones infames para los empleados en algunos talleres de Bangladesh. No es posible hablar de sostenibilidad contemplando únicamente el producto final”. Garantizar un horizonte de trabajo justo para los 40 000 trabajadores de la industria industria del calzado portuguesa, que representa el 6,3 % del empleo en la industria manufacturera global, es otro de los objetivos de la inversión en proyectos y estrategias sostenibles.

Si bien el sector ha ido diversificando su oferta en los últimos años en segmentos como el calzado textil (con un peso de 75 millones de euros), impermeable (56 millones de euros) o de seguridad (29 millones de euros), y ha desarrollado nuevos materiales a partir de corcho, manzana o piña en centros tecnológicos nacionales; el cuero sigue siendo la principal materia prima empleada en la industria lusa, concentrada principalmente en el norte del país. El 90 % de las 500 empresas representadas por la asociación presidida por Luís Onofre se concentran en los alrededores de Oporto, en localidades como Felgueiras, Guimarães, Oliveira de Azeméis, Santa Maria da Feira o São João da Madeira.

Alemania y Francia, principales mercados importadores



“Seguimos creyendo que el cuero es el mejor material en el mercado. Permite crear zapatos duraderos y a un precio más elevado, puesto que no hay necesidad de renovarlos tan frecuentemente”, asegura el portavoz de la asociación. Y defiende: “Hay demasiado ruido en torno al tema de las pieles en la moda. El consumo mundial de carne no ha dejado de crecer en los últimos años, así que hay más cuero en el mercado. Nosotros no empleamos pieles exóticas, sino el cuero vacuno que la industria alimentaria desecha. Es una forma de reciclaje y de economía circular”. Sobre las propuestas de calzado vegano, Apiccaps ya trabaja con una veintena de especialistas. “Lo veo como una opción correcta para aquellos que no comen carne, pero no hay que confundir los materiales veganos con la sostenibilidad”, subraya.


Paradigma - Apiccaps



Si en la última década las exportaciones, que representan un 95 % de la fabricación nacional, han crecido un 29 % gracias a una notable inversión del sector en mercados “con mucho potencial” como EE.UU, Japón, Canadá o China, en los últimos años la producción portuguesa se ha concentrado en la Unión Europea, dado el bloqueo provocado por la pandemia que hizo que las exportaciones cayeran un 60 % en 2020. A día de hoy, Alemania es el primer importador de calzado luso, seguido de Francia, Holanda y España; mientras que sus principales rivales son las industrias del calzado italiana y española.

“Estamos volviendo a la normalidad paso a paso, pero más lentamente de lo que esperábamos y necesitaríamos”, comenta Gonçalves sobre las perspectivas de recuperación del sector, después de que el consumo de calzado cayera un 20 % en el primer año de pandemia y la representación de sus empresas asociadas en ferias profesionales haya descendido de 70 encuentros anuales a una veintena. No obstante, el sector ya encaró su recuperación en 2021, con la exportación de 69,3 millones de pares, valorada en 1676 millones de euros. Datos que contrastan con los recogidos en 1975, año de la fundación de Apiccaps, cuando la industria empleaba a 15 000 trabajadores, producía 15 millones de pares y exportaba 3,1 millones de euros.

Prudente ante el impacto de la invasión de Ucrania y de la inflación en la industria, Paulo Gonçalves se muestra optimista ante el crecimiento de la industria en 2022. En los primeros meses del año, las exportaciones ya han crecido más del 20 %.

Copyright © 2024 FashionNetwork.com Todos los derechos reservados.