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14 may. 2019
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La industria italiana teme una ralentización en 2019 debido a las tensiones con China

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Hernandez Sebastian
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14 may. 2019

La industria textil y de la confección en Italia cerraría 2018 con un crecimiento del 2,1 % y un volumen de facturación previsto de 55 200 millones de euros. “El año termina de forma positiva, incluso si registramos por primera vez una caída en las exportaciones hacia Alemania, mercado principal para Italia, y también hacia España. En cambio, para 2019, se espera una ralentización debido al estancamiento general del mercado”, afirmó Claudio Marenzi, presidente de Pitti Immagine y de la organización patronal italiana Confindustria Moda, durante la presentación del programa de la próxima edición de junio del Pitti Uomo, que se realizó en Milán.


Las marcas de lujo como Giorgio Armani impulsan las exportaciones hacia China - © PixelFormula


"En 2018, pudimos contar con un aumento significativo en los Estados Unidos y también en Japón, así como un crecimiento continuo en el dinamismo impetuoso de China y Corea del Sur. Pero hemos visto un descenso en Rusia debido al petróleo, la inestabilidad del rublo, la guerra arancelaria y el hecho de que su red de distribución está en proceso de normalización", indicó.

Según las estimaciones publicadas por Confindustria Moda-SMI, entre enero y marzo de 2019 el volumen de facturación de la industria italiana cayó un 2,8 % (una baja del 0,7 % para los textiles y del 4 % para la confección). Las ventas en el mercado interno cayeron un 6,6 %, mientras que para la exportación registraron un alza 0,9 %, un crecimiento mucho más débil de lo esperado.

"Ya son tres o cuatro años desde que Italia no crece desde el punto de vista de la confección. Si bien la exportación siempre ha sido nuestra fortaleza, lo más preocupante para nosotros es la inestabilidad entre las principales potencias económicas y, en particular, las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos", enfatizó Claudio Marenzi, en referencia a las nuevas amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció un aumento en las tarifas arancelarias para los productos chinos a partir del 10 de mayo.

Lo más grave para las Pymes italianas, "son todas estas barreras no aduaneras que el público en general no ve, pero que penalizan fuertemente a nuestras empresas", advirtió, retomando los alarmantes comentarios del referente de un laboratorio de Prato, Toscana, según el cual el número de controles reclamados por las autoridades chinas sobre los tejidos exportados a su país ha aumentado recientemente de 1700 a más de 10 000 por día.

"Esto es aún más impresionante porque se refiere a un solo centro de análisis. Bajo estas condiciones, se vuelve muy difícil exportar, con tiempos de entrega que se alargan. Sin mencionar las regulaciones que cambian continuamente, ¡incluso durante la misma temporada! Está claro que para las pyme mal estructuradas esto se convierte en un gran problema", concluyó el presidente del organizador de salones de Florencia.

"China hace dumping en las exportaciones. Se han vuelto extremadamente severos y exigentes, a veces nos piden controles químicos y cualitativos absurdos. Mientras que por su parte, Europa importa sin pedir tales controles. Por ahora, esto solo afecta a los textiles y no a la ropa", aseguró con preocupación Andrea Cavicchi, presidente de la sección patronal de la moda italiana para el norte de la Toscana.

En 2018, las exportaciones italianas de textiles y confección aumentaron un 23,6 % hacia China y un 2,1 % a Hong Kong, por un valor acumulado de poco más de 3000 millones de euros, lo que las ubica entre Alemania (con exportaciones por valor de 3130 millones) y Francia (2960 millones).

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